martes, 28 de diciembre de 2010

SANTA, coño... ¡tráeme un novio con real!...

Aún me duele la barriga de pensar en lo que acabo de ver por internet.  De casualidad llegó un artículo a mis ojitos incautos de una encuesta que se había hecho en un taller de "mejoramiento personal". Uno de los ejercicios insistía en que sus féminas participantes escribieran el regalo más preciado y deseado para esta navidad 2010.  Debían escribir en un párrafo con "pelos y señales" lo que querían, cómo lo querían, de qué color lo querían y todos los detalles adicionales.  Luego debían meter sus papelitos en una cajita cerrada y ésta iría a parar a una fogata de QUEMA DE DESEOS. (Muy estilo "Barney", agregaría.)

Antes de que eso ocurriera (la quema en sí) y en el break del taller, pues el psicólogo-orientador decidió husmear los papeles para comprobar una teoría oculta y violó la privacidad de sus estudiantes. Lo grave, no es la VIOLACIÓN de la privacidad sino confirmar sus sospechas que después de todo, son parte de la realidad más común y corriente.

El psicólogo en cuestión tenía una teoría.  Sin embargo,  lo que pensaba que era el deseo común que encontraría: "DINERO", pues no apareció en la forma que él lo imaginaba.  Lo que se consiguió lo dejó mucho peor.  Eran 30 mujeres y al menos 26 escribieron:  QUIERO UN NOVIO RICO.  Por supuesto, él se quedó "como loco" y decidió escribir un libro sobre el asunto.  ¿En qué paró la vaina?... ¿escribió el libro?... pues no lo sé.  Solo puedo decirles que esto me hizo reflexionar profundamente.  Y mis amigas, como siempre, son en su mayoría, las protagonistas de mis escritos.
Al principio me pareció que la cifra era exagerada.  26 mujeres de cada 30 que participaron en ese taller son más del 80%.  En mi cabeza no entraba que tantas mujeres solicitaran la misma cosa en el mismo lugar.  Uno pensaría que algunas lo harían, otras pedirían un carro, vacaciones por el Caribe o el Mediterráneo, un ascenso en el trabajo, ganarse el Kino o cualquier otra cosa como poder quitarse los 30 kilos que la tienen obesa.  Pero luego de unos segundos, me dije: "¡ya va bruja... piensa en todo lo que has escrito éste año!"... AHÍ ESTABA MI RESPUESTA.

Pues si amigas brujas.  Hay muchas mujeres solas y la gran mayoría de mis amigas casualmente lo está.  Unas están más solas que otras por varias razones. A veces no es suficiente estar acompañado; a veces simplemente aún en compañía, uno está solo.  Sin embargo, expondré para ustedes lo que creo que ocurre:  1) están solas porque son insufribles y nadie las aguanta...2) están solas porque aunque tienen un "pegoste sapo" a su lado,  pues no hay diferencia... 3) están solas porque así lo han decidido... 4) están solas pero ellas mismas son una gran compañía y 5) están solas pero buscando.

Lo que me pone en "alerta" de este deseo de navidad es lo mal diseñado y concebido que está.  A mi no me parece gran cosa desear un "novio nuevo" para Navidad.  De hecho me parece divertido y un gran deseo.  Pero... ¿un novio "con real" para Navidad?...

Ustedes no entenderán mi pregunta, pero yo les contestaré pacientemente. Me parece horrible que el requisito indispensable sea "real", es decir, "tener dinero".  Si bien es una "cualidad que cualquier bruja princesa aprecia realmente", pues uno no debe ir por la vida pidiendo esas cosas "tan a lo loco".  El deseo debería estar mejor formulado y si es de su gusto, pues por añadidura, anexar ese requisito que para algunas es "único e indispensable".

Imagínese que Santa viene y cumple con su deseo y el 1ro de enero usted abre la puerta del apartamento y tiene esperando en la puerta a su nuevo novio con lazo y todo. Aquí hay muchas consideraciones a tomar en cuenta. Imagínese por un momento que el tipo mide medio metro, es gordo como el globo terráqueo, le falta un ojo, y encima tartamudea.  Pues amiga... "usted pidió un novio con real"... así que cualquier cosa puede aparecer por su puerta... y créame que lo del físico... es lo de menos...

Imagínese por un segundo que abre la puerta de la casa y ¡zaz!, ahí está él y es realmente apuesto y de paso, es ricachón.  Pues puede ocurrir que el tipo no la considere a usted "una bruja preciosa" y decida montarle cachos a más no poder con una de sus amigas... ¡Total!, lo que usted pidió es que tuviera billetes a montón...

Imagínese por un minuto querida princesita amiga, que usted abre la puerta y ahí está él... "bello, cariñoso y con real", pero que cuando abre la boca es más "chabacano" que cualquier cosa horrible que le haya pasado en el pasado...  Usted solo querrá salir corriendo porque usted lo que pidió fue un "tipo con real"...

Es más, imagínese que usted tuvo suerte y el tipo es educado, bello, cariñoso, con real... pero... "LE DICE MENTIRAS Y ES PICHIRRE PEOR QUE SU ABUELITO", lo que traduce en que "SU DINERO ES PARA ÉL Y SOLO PARA ÉL"...  Y si vamos a los extremos... pues es posible que "el novio maravilloso que trajo Santa", no tiene idea de donde está el lugar que la hace a usted encenderse y el SEXO APESTA...

...¿No preferiría usted un hombre que la quiera? ...¿que quiera hacer el dinero con usted?... ¿que la llene de besos y abrazos (entre otras cosas) cuando usted tiene la regla y está amargada, o cuando usted se siente fea, o cuando usted no tiene ni medio o cuando usted cree que la vida le da limones en descomposición?...

Póngase a pensar en algo que mi madre siempre decía... "¡cuidado con lo que pides!... porque Dios escucha y confía en que lo conseguirás pero  a veces, el diablo viene y te da exactamente lo que quieres y resulta, que lo quieres regresar..."

Así que no sea necia querida bruja amiga.  Mejor replantée su deseo y pida algo que de verdad le dure, que de verdad la quiera y la valore y no se deje llevar "por el consumismo vil que destruye".

Recuerde que si bien el dinero es importante porque "amor con hambre no dura", pues a veces es mejor tener un sapo "que te dé dónde es" a un sapo que te lleve a donde quieres y no tenga "las herramientas para sustentar el paseíto"

Los tiempos han cambiado; el dinero está en la calle y las mujeres solas o acompañadas TIENEN ACCESO A ÉL... ¡solo vístase de AMARILLO y empiece el año con buen pie y nuevos proyectos!... Y... si Santa no le trajo el novio con "plata" como usted quería... PUES AÚN VIENEN POR AHÍ LOS REYES MAGOS... ¡Avíspese! ¡NO SEA PENDEJA, carajo!

lunes, 13 de diciembre de 2010

¡No más compradera, carajo!

¡Dioxxxx!... ¡qué cosa que la Navidad es sinónimo de "comprar, gastar y más gastar"!
Estamos a 12 de Diciembre y estoy horrorizada.  Ayer fui a comer sushi con mi esposo porque tenía flojera de cocinar y además, no quería agregarle más kilos a mi trasero y extremidades, y lo que ví, oí y pude constatar me dejó sin aliento como todos los años; el problema es que va en aumento y se pone cada día peor: "LA GASTADERA PARA "PODER SER".

Esta mañana me levanté con buen pie porque y aunque tengo mil cosas que hacer, 2 mil entregas en el instituto y hacerle la ropa a mis hijas, pues debía ponerme a hacer las hallacas.  Mi proceso es muy mecanizado y organizado, porque la única integrante de este equipo soy yo, y tengo 2 colaboradoras escasas que ayudan ocasionalmente siempre y cuando el programa de la tele no esté mucho mejor.

No puedo dejar de pensar en lo que como sociedad estamos reflejando.  No puedo dejar de pensar en lo difícil que se me hace inculcar valores cuando compito con un "mega sistema de consumismo, ansiedad y apariencia desbocada".  Como diseñadora, mamá y amiga comprendo completamente hacia adónde vamos y qué buscamos, pero sigo pensado que los extremos (como todo en la vida) son cosas terribles que terminan destruyendo más que ayudando.  No dejo de preguntarme... ¿Hay que gastar mucho para reflejar quiénes somos y para demostrar cuánto queremos a la familia, amigos y/u otros?...

Ayer sentada en la feria viendo como todos pasaban con paquetes y conversas, pude oír a más de una rana y un sapo hablando de lo que gastarían, lo que comprarían con tarjetas de crédito y a quién le darían algo o no.  Yo escuchaba pacientemente mientras mi marido me lanzaba una mirada de ésas que traducían "¡carajo, ni abras la boca y come tranquila!..."

Yo solo podía pensar en la inversión que tenía que acumular solamente para cumplir con los "requisitos obligatorios para quedar bien en Navidad"... y créanme... casi pierdo el apetito y dejo el sushi pasando frío en el platito de plástico...

Pongámonos a mi como ejemplo hoy.  Usted se preguntará amigo lector o amiga lectora... "¿pero bueno, qué compromisos puede tener esta bruja que tiene a toda la familia casi muerta?"... Pues recuerden que tengo a mi familia "putativa-política" en donde eran muchos, parió la abuela y se siguen reproduciendo como hongos.  La verdad es que cada año sufro de pensar que el dinero no me alcanzará para poder tener "una atención o un detalle con todos".  Pero este año dije... YA NO MÁS... no puedo gastar lo que no tengo en dar lo que no será suficiente. Quizás es hora de empezar a pensar en lo que está bien o mal y en lo que debe o no ajustarse mi presupuesto navideño.

Mi familia putativa es una familia con recursos altos.  Por consiguiente, los regalos deberían ajustarse a estos niveles socio-económicos para estar en sintonía.  Por supuesto yo, no estoy en el mismo nivel y mis recursos son más modestos y limitados.  Sin embargo, la buena noticia es que ellos no esperan nada de mi.  No esperan que yo me gaste lo que no tengo, en darles algo que posiblemente tampoco les guste.  Y cuando pienso en esto es muy liberador.  Porque el año completo es un buen momento para dar obsequios, y a mis personitas favoritas, pues los consiento casi todo el año, con regalitos sencillos o cosas hechas por mí, que alegran cualquier tarde o fin de semana.  No creo que mis cuñadas, cuñados y suegra o suegro piensen que los puedo querer más por un regalo.  Y gracias a Dios por eso.

Ciertamente mi mamá ya no está,  ni mi abuelita. Era a ellas a quiénes gustosamente llenaba de atenciones y detalles, como hallacas deliciosas, tortas, cosas confeccionadas y diseñadas por mí (como edredones de pachtwork, pijamas, ropa), o cualquier otra cosa que estuviera en boga.  Eso deja un huequito en mi alma al pensar que no puedo darles lo que quiero aunque tuviera todo el dinero del mundo.  Así que pues, uno debe mentalizarse en que en la vida no "todo es gastar y gastar". 

Sin embargo,  esa no parece ser "la consigna" de muchos y muchas.  Lo primero que hay que hacer es APARENTAR.  El síndrome de "yo tengo mucho o al menos debo pretenderlo" es algo que va en aumento constante.  Usted debe "como REQUISITO INDISPENSABLE" si quiere estar IN y no OUT, es gastarse lo que no tiene comprando con las tarjetas de crédito que no podrá pagar en Enero y Febrero y que la dejarán amiga princesa o lo dejarán amigo sapo, comiendo spaguettis con mantequilla todo el nuevo año.

Increíblemente los zapatos que usted quería en octubre y que no pudo comprar porque quedó "sin medio" después de la gastadera en útiles (para los que tienen sapitos y ranitas) aumentaron 300 mil bolívares más.  Eso sin contar que usted desea una laptop nueva, un televisor 3D (que cuesta la irrisoria suma de 20 millones de bolívares) y además quiere rumba, ropa, maquillaje, regalos, una nueva nevera, arreglar un poquito la casa, pino oloroso de verdad verdad y encima debe ayudar con las hallacas, el pernil y mil vainas más.  Por eso usted en estos momentos está DE MAL GENIO VOLVIÉNDOSE LOCO.  La verdad es... que... LOS REALES NO ALCANZAN PA' TODO y usted debe ser realista y ENTENDER que debe ARROPARSE HASTA DONDE LE LLEGUE LA COBIJA POR SU PROPIO BIEN.

Yo ya lo he pensado desde hace mucho tiempo.  La navidad es una época que de una u otra forma nos obliga a gastar.  De alguna manera el "espíritu navideño de villancicos, gaitas, hallacas y pan de jamón", se nos mete por debajo de la piel con una mezcla extraña de "comprar, meterle duro a la tarjeta de crédito y tratar de ser lo que no se puede ser por los momentos".  Así que yo este año elegí hacer una lista de lo que quiero para mi en los próximos meses.  Y decidí que si bien QUIERO REGALOS COMO TODO EL MUNDO, pues también quiero que Enero y Febrero no sean meses tan duros.  Que quiero no vivir pensando que en cuanto cobre debo amortiguar las deudas, que quiero que mis hijas coman mejor, que los servicios estén pagos, que pueda hacer torta para mis amigas para la conversa, y que pueda cumplir con mil cosas más que de seguro se me van a volver cuesta arriba.

También pensé que debo destinar un poco de mis ingresos para los demás, es decir, es bonito tener detalles con los niños y las amigas brujas del alma, para tequila (que es carísimo),  para ropa interior deliciosa y para el arbol, las hallacas y el pernil.  Pero lo que más me asombró cuando me puse en la pensadera es que lo que realmente quería era MÁS EMOCIÓN EN MI VIDA, QUE LA GENTE A MI ALREDEDOR NO ME TRAICIONE O ME QUIERA POR LO QUE TENGO, y que Dios nos diera mucha salud para seguir pegando brincos año tras año.  y ESO DEFINITIVAMENTE NO SE PUEDE COMPRAR CON DINERO...

Así que pregúntese usted mismo querido lector o querida lectora, qué es lo que quiere usted para esta navidad que tiene encima. Y si sus deseos más valiosos tienen precio, PUES VAYA POR ELLOS... de lo contrario... rece, disfrute, relájese y piense que las cosas más importantes de la vida no pueden ser adquiridas con moneda corriente, sino con un trabajo de años que dará su fruto cuando usted esté dispuesto a recibirlo!...
¡DIOS LO BENDIGA Y LO HAGA MÁS SABIO EL AÑO ENTRANTE, carajo!