jueves, 8 de diciembre de 2011

Pasear con tu mejor amiga.

Cada vez que regreso a Madrid tengo la sensación de que esta ciudad podria atraparme en cualquier momento.  He tenido la oportunidad de venir en varias ocasiones,  (las ultimas dos de ellas este mismo año),  y me he dado cuenta de que no hay mejor época para venir que en pleno invierno.

Madrid encierra una mezcla de muchas cosas.  Una de ellas es la sensación de que estás en el medio de una habitación enorme con un aire acondicionado muy potente.  No hay brisa, no se mueven los árboles y sin embargo,  no puedes evitar sentir que estás en el más frio y alucinante de los aires acondicionados.  El frio se te mete literalmente por los huesos (para no decir por el trasero), y usted no tiene mas remedio que abrigarse bien y dar gracias a Dios porque  durante esta época maravillosa, no envejecerá ni un poquito,  gracias a que el mismo frio no solo la conservará intacta,  sino que le estirará la cara y le dará un tono sonrosado a sus mejillas.

Hoy al levantarme me senti un poco sola.  Mi amiga Nuria y yo habiamos estado de compras las 2 solas por Madrid el dia de ayer, y pese a que se que ella tiene su propia vida y responsabilidades, hoy la extrañaba muchisimo.  Mi marido tampoco estaba, asi que cuando abrí los ojos por fin,  me di cuenta de que estaba un poco tristona.  Inmediatamente un pensamiento fulminante vino a mi cabeza, como disparado por una metralleta super moderna con impulsor a chorro (si es que esto es posible que exista)... "¡párate ya niña, ponte las botas y el abrigo y ven a pasear con tu mejor amiga hoy por Madrid!"...

Asi mismo hice, me bañé en la bañera, me sequé el cabello, me pinté los labios, me puse mis botas nuevas, mi abrigo con pelos (como cariñosamente lo llamo) y me dispuse a salir del hotel a tomar el metro.  Iba a encontrarme conmigo misma en una de las hermosas calles de Madrid,  en la Gran Via.

Inmediatamente que me subi al metro de Madrid (el más bello del mundo, por cierto), no pude sino darle gracias a mi cabeza por sus extraordinarias ideas de invitarme a pasear.  Miraba en cualquier dirección y solo veia a personas hermosas, con abrigos grandiosos y botas espectaculares, yendo y viniendo, todos y cada uno de ellos con libros en la mano.  Era una imagen surrealista de lo que no se ve en Caracas todos los dias y no pude sino sonreir para mis adentros y pensar... "esta ciudad definitivamente puede atraparme y dejarme aqui".  Y es que Madrid tiene su propio ritmo, su propia melodia.  Madrid es una ciudad para abrir bien los ojos y para tratar de absorverlo todo, porque si se te escapa algo, te arrepentirás.

Cada vez que piso un pais distinto, lo primero que viene a mi cabeza es (aunque no sé por qué) ...¿podré vivir aqui eternamente?... y la respuesta casi siempre es la misma... "le falta algo aún".  Esta vez he llegado a Madrid y como una alarma puntual, mi cabeza se ha preguntado, ¿será éste el país adonde finalmente echarás raíces?... y esta vez, no hubo respuesta.  La verdad es que solo hubo una gran sonrisa.  ¿Eso significa un si?... quien sabe...

Mi dia iba perfecto.  Hice mi transferencia a la linea que lleva a la Gran Vía, me bajé de mi metro e inmediatamente estaba en la Cuarta Avenida de Nueva York (digo la cuarta, porque la que se parece a la Quinta Avenida quizás sea la calle Preciados) y salí caminando con el frio dándome besos sin parar y con el espíritu radiante de hallarme sola y simplemente complacida de estarlo.

Como toda rana bruja, salir de compras debe incluir a una buena amiga que te diga... "¡no te compres eso que te ves más vieja!".  Además de que después de la caminata y de las compras, también necesitas que te diga... "lo que te has comprado te queda precioso y vale cada centavo".  Eso ayuda a que usted querida rana, no se sienta terrible al pensar cuánto le montó a la tarjeta de crédito o si se gastó el dinero para pagar la electricidad en un abrigo de cuero de ovejo (que ciertamente usted sentía que la abrigaría más que la misma calefacción).  Usted no se imagina saliendo a comprar sola, a comer sola o a "bucear" sola,  sin nadie que le diga si está de acuerdo o no.  Sin embargo, el momento fue perfecto para enseñarme que de vez en cuando, uno necesita salir con su mejor amiga, USTED MISMA.

Salir con USTED MISMA es una vaina muy interesante.  Generalmente uno agarra lo primero del closet o de la maleta y sale con un par de zapatos tennis a caminar por aqui y por alla.  Pero si usted es como yo y piensa que es momento de hacerle honores a su MEJOR AMIGA, usted se tomará una o dos horas para ponerse bella, para sentise bella y para ir por la calle repartiendo un poco de esa belleza que usted ha conseguido a fuerza de aceptarse, perdonarse y seguirse queriendo.

Caminé calle arriba primero que nada.  Ahi estaban las tiendas que me gusta visitar en Madrid... "ZARA, Mango, Stradivarius, H&M, Bershka, Blanco, I am, Lefties, Pull and Bear, Sephora, Clarks... y tantas otras"...

Entraba despacio y sin apuros demorándome el tiempo que me daba la gana en revisar cada estante delicioso, chequear las promociones y ofertas de la temporada, probarme cuanta crema o perfume estuviera siendo regalado y sintiendo que la tienda y yo éramos una sola y en perfecta armonia. Luego de caminar por todas ellas, calle arriba y calle abajo, me di cuenta de que habia pasado toda la mañana y parte de la tarde compartiendo conmigo misma y con los pocos o muchos euros que pudiera tener a mi disposición; ya era hora de comer y mi pobre barriguita me decia, vamos, ¡dale sin miedo!...

Una de las cosas que siempre me han aterrado más en Caracas por ejemplo, (aparte de los ladrones y los policias), era la idea de tener que comer sola.  Siempre me ha parecido que son patéticas las mujeres que en Caracas se sientan con su horrible cara de "sufridas" a comer en cualquiera de los restaurantes de comida rapida .  Yo era de las privilegiadas que comia con mis hijas y con mi marido cada dia , y eso me hacia dueña de una arrogancia que puedo permitir contarles.  Pero, y como siempre hay un pero, yo estaba sola y para mi sorpresa, pasándomela en grande, con mis botas altas,  con mi bufanda atigrada y con mi chaqueta de pelos y me sentia tan SORPRENDIDA que pudiendo escoger cualquier lugar para comer, decidi aventurarme y hacer una parada en el MC DONALD´S.

Pues si, entré, hice mi cola (el Mc Donalds de Gran Via es enorme y lujoso), y ordené mi combo de Big Mac, mis papas de luxe (eso no existe en Caracas) y mi ensalada campesina y fui al primer piso a comer CONMIGO MISMA.  Y no puedo negarlo, fue simplemente UNA GRAN EXPERIENCIA.  Casi todos estábamos solos, pero nadie tenia la actitud de "sufrimiento" que he visto muchas veces en mi propio pais.  La gente estaba relajada comiéndose sus papas, sus helados, y disfrutando de ellos mismos mirando para los lados a ver si habia chicos o chicas guapas con quien compartir una sonrisa o dos.  Me senti una princesa rana feliz, por el simple hecho de que esta vez, mis esquemas se habian sorprendido gratamente.

No se trataba del hecho de que dejé de extrañar a mi amiga Nuria o a mi marido, o a mis hijas o a mis perros.  Se trataba del hecho de que la vida te regala a menudo momentos para que compartas contigo misma, haciendo cosas que no harías sino con tus amigas.  Generalmente tenemos la tendencia a evitar toda clase de actividades que no incluyan a más de 2.  Y la realidad es que son esas actividades las que luego quizás te permitan disfrutar aún más de la compañia de alguien con quien no contabas.

Que privilegio tengo de estar aqui.  Que privilegio he tenido de que el frio me pegue en la cara y me recuerde que la vida es un ratico, compuesta de muchos raticos que podemos almacenar en nuestra memoria para siempre.  Que privilegio tengo de que ahora cuando llegue al hotel de nuevo, posiblemente estará mi marido esperándome para invitarme a cenar, a contarme de lo que hizo en todo el dia, y yo... me sentaré a verlo y pensaré... "querido, no tienes idea de lo buena que ha estado mi salida con mi mejor amiga"...

...pero no se  lo diré porque será un secreto que guardo con una sonrisa cómplice para nosotras dos...


jueves, 10 de noviembre de 2011

Y algunos amores son como Paris... (segunda parte)...

     Como lo prometido es deuda, y a mis lectores hay que respetarlos más que a las ánimas del purgatorio, pues he decidido sentarme a escribir mi segundo pedazo de Paris.  ¿Cómo podría yo dejarlos a ustedes amigos brujos y princesas ranas, en la incertidumbre?... ¡Imposible!.

     Les había comentado la primera cara de mi querida Paris.  Les había dicho algo sobre las expectativas y lo que éstas siempre nos hacen: "darnos un puñetazo en el medio de los ojos para burlarse de nosotras y de nuestros estándares de perfección y belleza".

     Hablemos claro.  París es Paris, y todo lo que sobra es "monte y culebra" como decimos los venezolanos.  Sin embargo, habemos algunos que a pesar de saber que Paris es "La sucursal del cielo", estamos claros de que el cielo es "mi México Lindo y Querido". Si usted ha ido donde yo he ido, pues sabrá que éste punto no tiene ninguna discusión.

     Había dicho que los amores son como Paris.  Al menos algunos de ellos y sin temor a equivocarme, los que más recordamos como desastrosos, locos y con ganas de lobotomías inmediatas que nos borren la memoria.  Son estos amores los que a la final son los más reales,  aunque nos cueste admitirlo.  Porque en cierto grado, la decepción los hace "vivientes y adaptados socialmente". 

    Si usted es como yo y tiene un gran poder de imaginación, estará seguro de que al menos en el 50% de los casos, usted mismo tiene la culpa por ser tan idiota y dejarse llevar por las imágenes evocadas que aparecen en su cabeza.  Por ejemplo, usted está mirando algo azul.  De repente, es como si ése azul estuviera degradándose en mil distintos tonos y derivados de azul.  Si usted es práctico simplemente dirá: "esto es azul. Punto.".  Si usted es como yo, dirá: "esto es una gama de azules". (Hay que ver que necias somos algunas).

     Con los enamoramientos pasa lo mismo.  Usted lo ve, y en su cabeza ya tiene al menos 10 años próximos de recuerdos, anécdotas y situaciones que jamás han ocurrido, pero que usted siente que son reales.  El tipo es alto, delgado y perfecto, tal cual como Terry el de Candy, y a quien tanto ella como nosotros, queremos olvidar de inmediato.



     Sigamos hablando de Paris.  Desde que somos niñas, nos venden a Paris como si no existiera nada más.  Creo que hubo 2 lugares que nos vendieron tanto cuando éramos enanas e inocentes, que hoy en día si usted va a un psiquiatra especializado y serio, le dirán que son los 2 lugares que usted internalizó de tal manera, que la volvieron la rana sufrida y necia que es hoy en día.  Ellos son... Paris y los benditos parques de Disney.  Piénselo bien y encontrará dentro de usted esta "perfecta realidad de que Paris y Disney son los lugares perfectos dentro de su cabezota".

     Después de pasar por el trauma del metro para llegar a mi hotel en Paris, ubicado en la elegante zona de Pont de Neully, usted se da cuenta de que a veces tiene que "calarse las verdes" con la esperanza de que en algún momento, usted disfrutará de "las maduras".  Una vez con el hotel en frente tan pequeñito, como de películas viejas y nada pero nada parecido a los grandes resorts de México o Estados Unidos, usted dice... "¡agárrate que aquí comienza la aventura!..." Usted le dará otra oportunidad a Paris.  Lo pensará despacio y buscará en su interior el perdón por "tan mal olor, tantos personajes con cara de mafiosos, basura, e incomodidad".

    Lo primero que queríamos hacer mi marido y yo era ir a ver de cerca la Torre Eiffel.  Si algo asocia uno con Paris, es con la Torre Eiffel por más cliché que atornille su cabeza.  Usted quiere ver y sentir y subir los mil escalones para poder ver más de cerca a "La Ciudad de la Luz".  Usted llega y se da cuenta de que cualquier día, ya sea con frío o con calor, el lugar está atestado de gente de todos los colores y hablando en idiomas que usted ni siquiera sabía que existían.  Usted agarra fuertemente su bolso,  so pena de que sea víctima de un carterista con malas mañas,  y camina para quedarse estupefacto ante la majestuosidad del hierro y la altura de algo que solo usted ha visto en las películas. 

    Mi primera reacción fue de... ¿esto es la bendita torre Eiffel?... Y ni había terminado de decirlo en mi cabeza cuando "el papá de las palomas" más grandes que haya visto jamás, decidió bendecirme con su excremento... como diciendo... "¡cállate tercermundista y disfruta de una de las siete maravillas del mundo!".  Les cuento que casi me pongo a llorar de haber manchado mi franela parisina, mi boina y mi suéter de diseñador.  Sin embargo respiré profundo, saqué el pañuelo con el que limpio mis lentes de sol, me limpié el excremento enorme de la franela, la cartera, el pantalón, el suéter y la boina y decidí que mi mañana en la Torre Eiffel no la iba a arruinar una puta paloma parisina.  Yo iba a tomarme mi foto, a respirar el aire de los croissant con chocolate y a dar gracias a Dios por haber podido llevar arrastrado a mi marido a ver "la ciudad del amor".

    Una vez que dejé de lado mis expectativas de perfección,  me dí cuenta de que Paris es PERFECTA TAN IMPERFECTA.  Que a pesar de que El Caribe y yo tenemos un romance largo y duradero, Paris perfectamente podría ser "el cacho" que lo salve a usted del aburrimiento.  Es como esa canción sexy que usted no deja de escuchar porque le dan cosquillas en la cabeza o ese trozo de pastel con 1 millión de calorías que sabe que no debe comerse, pero que se come escondida en el baño para que nadie la vea.  Paris es eso... "el amor que sacude un poco su vida para dejarlo aún más dispuesto a seguir con ella".  No sé cómo más describírselo.

    Si le describo todo lo que hice, y lo que me pareció de mis amores frustrados, posibles y quizás futuros, necesitaríamos una tercera y cuarta y quinta parte de "Y algunos amores son como Paris", ¿no cree usted?...  Pues quizás es buena idea y deba seguir dejándolos con el suspenso de una nueva entrega de esta historia de amores que a veces no lucen bien, pero que con segunda oportunidad saben a helado de fresa con chocolate y crema batida por encima.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Mario se niega a morir.

En estos días he pensado mucho en mi amigo Mario.  Él es uno de esos personajes muy difíciles de olvidar; no podía pasar desapercibido.  Quizás es que me estoy poniendo vieja y me ha dado por recordar cosas que pasaron hace mil años y que de repente, vienen todas juntas "en cambote" a recordarme que estoy viva y que debo dar gracias por ello.

La primera vez que vi a Mario fue después de una llamada de emergencia.  Yo había ido a comer con Felipe y de repente tuvimos que regresar porque Mario había intentado suicidarse con un frasco enorme de pastillas.  Ya venía de regreso de un horrible lavado de estómago y de ver como el alma estaba por partírsele a su madre. Aunque esto sucedió hace mil años, (porque era soltera en ése entonces), lo recuerdo como si fuera ayer.

Mario iba a divorciarse y sentía que había "metido las patas hasta el fondo".  Su esposa había decidido que ya era hora de continuar sola, y en medio de tanto caos, los niños por un lado y Mario regresándose a casa de su madre hasta que hallara un mejor lugar para pasar la tristeza.  Cuando lo ví la primera vez, supe en ése instante que ese hombre alto y moreno, sería uno de mis grandes amigos de toda la vida.

Estaba acostado y oyendo el sermón de Felipe cuando de repente me pidió que me sentara a su lado.  Yo la verdad estaba sorprendida de que un hombre de ésa edad tuviera ganas de morir y dejar a su madre y a sus hijos con un hueco terrible.  En mi cabeza se agrupaban un montón de frases que jamás salieron de mi boca (gracias a Dios). Solo quería decirle: "¿por qué eres tan estúpido pensando que tu vida se acaba con un matrimonio?"...  Sin embargo, yo me había equivocado; el problema no era que su matrimonio había acabado.  El problema era que Mario sentía que no había hecho suficiente por mantenerlo y/o recuperarlo.  Debe haber sido un momento de desesperación tal, que Mario sintió que estaba mejor muerto que vivo.

Después de eso los días pasaron lentamente para Mario.  Lentamente en la compañía de sus 4 hermanos y hermanas que hicieron todo lo posible e imposible para estar con él las 24 horas del día.  Era como si de repente,  todos temían que Mario cometiera otro disparate semejante.

Mario, Felipe, Rosita, César y Rosmar son junto a su madre (y por supuesto, hijos, sobrinos, y etc.), una de las familias más humanas, solidarias, adorables y maravillosas que he conocido jamás.  Son numerosos, ruidosos, alegres, bromistas, sencillos y "muy pero muy unidos" como no existe otra "unión" igual.  Puede que un día tengan poco y hacen  una fiesta con eso, o puede que otro día la cosa mejora y tengan mucho, e igual hacen la misma fiesta.  Sinceramente, ellos son una "célula" a la que cualquier mortal quisiera pertenecer con los ojos cerrados.

Como iba diciendo, la cosa pintaba mejorar para Mario.  Poco a poco salió de la depresión tremenda y se dió cuenta de que era hora de ponerse nuevas metas y enfocarse en su hijos y en su trabajo.  Nadie merecía sufrir su pérdida, porque como hijo mayor, él representaba una de las columnas más importantes de esa familia.  He recordado esto porque siempre hablo con Rosita y Mario siempre está presente en nuestras conversaciones. ¿Cómo podría no estarlo?... Lo cierto es que Mario está muriendo.

Lo paradójico de esta historia es que ahora que Mario está gravemente enfermo y con pocas esperanzas de sobrevivir, no ha perdido su humor y sus ganas de progresar y mejorar siendo mejor hermano, padre, pareja e hijo.  No ha perdido su sonrisa, sus bromas, su alegría interna. No puede ser de otra forma, porque quizás ahora es que sabe que la vida es valiosísima como para perder otro segundo deprimiéndose por cosas que con un poco de esfuerzo y tiempo, pueden solucionarse.

Casi ya no puede caminar, me cuenta Rosita.  Está muy grave con insuficiencia renal, y un montón de cosas horribles que pasan cuando se tiene Diabetes y la enfermedad ha terminado por acabar con otros órganos importantes del cuerpo.  Me dice que ha subido de peso, que a veces no le provoca comer, y que es difícil que tenga una buena noche de sueño.  Que a veces se queda callado como pensando, como tratando de saber en qué punto de su vida está o qué pasará mañana.

Conociéndolo como lo conozco, lo imagino sentado haciendo una broma o abrazando a sus hijas y aconsejando a su hijo.  Hablando con su madre de las cosas del carro y de lo bien que le va a Felipe en Chichiriviche.  Lo imagino igual de alto, con los dientes relucientes en una sonrisa, diciéndome cosas para que me moleste y le diga que es un necio.  Y lo extraño... y lo pienso... porque si pudiéramos retroceder el tiempo y hacerlo todo de nuevo, quizás hubiéramos hecho lo mismo.

Mi punto es que a veces debe estarse cerca de la muerte para valorar la vida; para aferrarse a ella y no dejarla escapar.  Si alguien comprende esto bien, es mi amigo del alma, Mario.  Yo solo espero que ocurra un milagro que le permita bienestar y muchos meses y años más al lado de sus hijos y de su madre.  Y que la vida me de la oportunidad de irlo a abrazar en cuanto ponga los pies de nuevo de Venezuela.

Mario... te mando todo lo humanamente posible de mis buenos pensamientos.  Te quiero.  Solo puedo hacer esto por tí porque ahora hay que esperar que Dios haga su trabajo.  Imagino el duro momento por el que pasan todos allá.  Lo único que sé es que los valientes como tu no pierden tiempo quejándose o lamentándose.  Los valientes como tu, le sacan el jugo a cada momento, a cada minuto y a cada suspiro. No puede ser diferente, verdad?...

Esto está dedicado a mi "cuñis"   MARIO REQUENA, de la ciudad de Valencia en Venezuela.  Hombre de grandes fortalezas y amigo entrañable.

viernes, 19 de agosto de 2011

Tengo 25 y se acabó la discusión, ok?

ADVERTENCIA:  Este artículo pretende hacer que al menos a usted le dé un dolor de cabeza intenso, por ser tan necio, por tener tantos tabúes y por no entender de una vez por todas que la edad es solo un número.  Si usted prefiere y ama tanto los números, vaya corriendo y cómprese un triple en la agencia de lotería de turno... a ver si así ¡GANA EL PREMIO GORDO! y agarra sus 4 peroles y se va lejos muy lejos... ¡donde no puedan verlo más!....

Una vez advertido querido SAPO, y esto va para usted, porque al parecer las encantadoras ranas princesas somos más sabias, le voy a permitir que lea mi artículo.  Esto lo hago en nombre de la ciencia misma, que no tiene la culpa de que usted sea tan necio y de que vaya por la vida poniéndole etiquetas a mis amigas brujas, a quiénes tanto quiero y respeto. 

En mi cabeza empieza a sonar aquel viejo estribillo del cantante mexicano de antaño "José José" que pegó un hit en los 90,  llamado "40 y 20".  Como mi memoria no puede recordar esa canción porque yo quizás tenía unos 3 ó 4 años de edad, he tenido que investigar en youtube.com para saber qué decía la fulana canción.  Y aquí les va el estribillo... "40 y 20, 40 y 20,es el amor lo que importa y no lo que diga la gente..."

¡Dioxxxxx!... estoy tan cansada de las etiquetas malignas de los sapos necios de los charcos de la vida.  Empiezo a creer que está de moda aquello que identifica a una persona como si llevara una etiqueta en la frente con resaltador amarillo fluorescente: "VIEJA", "GORDO", "GAY", CHAVISTA", "MARICÓN"...

¿En qué momento nos volvimos jueces de concursos?...¿En qué momento aceptamos que para tener pareja hay que "seguir los parámetros correctos de la edad adecuada?... Pues les contaré y ustedes juzgarán.

Hace pocas noches me llamó una amiga.  Yo estaba en medio de uno de esos momentos difíciles en donde debes respirar hondo y ser valiente.  Hubo un momento en que me parecía que el cuento era tan loco,  que no sabía si me estaba engañando a las primeras o de veras estaba siendo ella misma.

Mi amiga princesa es linda.  Tiene una sonrisa que podría derretir un iceberg y un cabello que podría batir "shampoos" de 9 a 5 de la tarde y sin parar.  Además de su metro sesenta y cinco cms, tiene 2 poderosas razones muy bien puestas y una actitud que la hacen ganadora de uno de los premios que generalmente otorgo por "personalidad y ego bien distribuído".  Muy a mi pesar, mi amiga rana princesa cayó en el hueco que nos succiona por tener más de 35 años.

Ella tiene 38 años.  Si usted no sabe lo que es tenerlos porque tiene 27 y cree que aparenta 21 (eso es contigo que seguro estás leyendo en este mismo instante), pues yo le diré que los 30 son los nuevos y mejorados 20.  Cuando se tienen 20 años, es el momento perfecto para hacer el ridículo, para enamorarse de idiotas sapos de mierd... que al final nos dejan medio locas y muy pero muy traumatizadas. 

Pero cuando se tienen 30 años, uno ya sabe lo que quiere y lo que hará por llevárselo a casa.  Estamos relajadas, dichosas y tenemos el poder adquisitivo para ir para donde queremos y con quien queramos.  De hecho y para muchas, pues diría que también es el momento perfecto para dejar de tener novios y tener más amantes que te lleven a cenar, que te hagan el amor 7 veces a la semana y quienes se vayan a su casa a dormir mientras nosotras chismeamos con las amigas por teléfono al mismo tiempo que nos pintamos las uñas.

Mi amiga está saliendo con un encantador sapo de 28 años. El problema no es que él los tenga; el problema es que él piensa que ella los tiene también. Como usted no la conoce, quizás quiere  dudarlo un segundo.  Trato de ver su cara en mi cabeza a ver si de verdad la "mentirilla blanca" se amerita y cumple.  Pues si, ella la verdad no aparenta más de 30 años, y quizás tuvo que mentir por el bien de su propia autoestima y por el sexo delicioso que debe estar teniendo.  YO posiblemente lo haría pero solo por la segunda opción. (ja ja ja).

¿Cómo llegaste a esto?, le dije rapidito sin tapujos, porque el que me conoce sabe que tengo poca paciencia.  Ella me dijo: "¡ay bruja!, es que estábamos hablando un día con su grupo de panas y salió el tema de la edad... lo primero que él dijo es que no le gustan las viejas y que no dormiría jamás con alguien con más de 30!..." . Me dijo: "simplemente me aterré".

Ahí está la razón:  MIEDO A LA NO ACEPTACIÓN POR CUESTIONES DE LA EDAD.  Mis pobres oídos no podían creerlo.  Y no podían hacerlo por dos razones, 1) que un tipo fuera de mente tan corta para descartar mujeres por la edad sin tomar en cuenta atributos REALMENTE IMPORTANTES como personalidad, belleza, inteligencia, sentido del humor y química, y 2) que ella,  que siempre había sido una abanderada de la "Generación C", tuviera que recurrir a quitarse al menos 10 años para disponer del tipo que le quita el sueño. Mi cabeza solo permitía que sonaran todas las alarmas que me dejan sin palabras.

No pude sino pensar en una relación muy famosa que fue víctima de duras críticas por parte de todos los medios televisivos internacionales... "Demi Moore y Ashton Kutcher".  Claro, usted dirá amigo sapo lector que evidentemente no podemos comparar a muchas ranas con la preciosa princesa Demi, pero piénselo de nuevo... Demi es linda... pero no es la única... para su sorpresa puedo decirle que conozco a muchas que son igualmente de preciosas y ni siquiera tienen una cirugía.

Cuando yo tenía 18 años y salía con mi novio a comer, muchas veces en los restaurantes lo único que veías era a señores de más de 40 con mujeres de mi edad (18).  Y eso no estaba mal visto, porque la sociedad permite que un tipo con 3 ó 4 divorcios encima salga con una bachiller recien graduada.  Lo que no perdonan muchos en esta sociedad de porras, es que la de 40 se consiga al tipazo de su vida con menos de 25 años.  Y si tiene 20, pues ni hablar del asunto porque es un sacrilegio digno de excomulgación.

Aunque me parece que la sociedad falla en muchas cosas, y no quiero lanzar piedras porque no estoy libre de culpas, lo que me parece insólito es que un tipo de 28 años, con una profesión, con amigos, con varias novias y amantes a cuestas, se crea con el poder de juzgar a una mujer "merecedora" de su amor y de sus "bol..." entre otras cosas, por un número.  No estamos hablando de una abuelita con bisnietos ¡por Dios!, estamos hablando de una mujer preciosa de 38 años.  Alguien que pospuso eso de las relaciones para sacar una carrera exitosa y conseguir un buen trabajo.  Alguien que pensaba que el príncipe azul lo único que tenía que tener era carro para irse pa´ Morrocoy los fines de semana.

Y ahí está, tienen ya varias semanas saliendo y el tipo está feliz creyendo que ella tiene 28 años y que ha tenido tanto éxito que inmediatamente después de graduarse de abogado, se puede dar el lujo de vivir sola.  Yo me pregunto si él de verdad lo cree o lo quiere creer, como también me pregunto si ella puede mantener esa mentira o qué va a pasar cuando ya no la pueda sostener más.

¿Puede uno honestamente descartar a una mujer porque te lleva 7, 8 ó 10 años?... ¿Dónde quedó aquel viejo precepto de que uno se enamora de la persona y no de su cédula de identidad?...

Es cierto, a veces muchas tenemos ganas de que se vendieran "máquinas del tiempo" para retroceder y hacer otras cosas o darle ligeros matices a cosas que dijimos o dejamos de hacer cuando teníamos 20 años.  Sin embargo, eso no se puede y uno solo debe sentirse a gusto con todas las experiencias buenas o malas que se tuvieron en 30 años.  Si algo no salió como esperábamos, pues simplemente deberíamos ser lo suficientemente "autosuficientes" (valga la redundancia),  para aprovechar lo que viene y dejar de llorar tanto por lo que ya pasó. 

Si un hombre puede descartarte porque tienes 35 ó 38, o quizás 40, pues deberíamos descartarlos a ellos por tener una cabeza a los 27 ó 28 años, llenas de cucarachas comiendo cotufas y jugando dominó. 

Como diría mi amiga Valentina, cuyos 39 le sientan de maravilla... ¡lo que una tiene que hacer por un buen polvo, carajo!...

jueves, 14 de julio de 2011

El placer morboso de que te digan que NO.

Es impresionante lo que puedes oír cuando estás sentada en cualquier lugar leyendo un libro (o pretendiéndolo) y oyes a un montón de mujeres conversar sobre HOMBRES.  Quizás la habilidad viene a mí desde mis clases de interpretación en la Universidad Central.  De alguna forma terminas por escuchar y leer al mismo tiempo y con la misma agilidad; ahora en mis clases de diseño, he terminado por darme cuenta de que soy "Una Diseñadora Intérprete" y a veces cuando el dilecto reguetonero se manifiesta, pues "Una Diseñadora Traductora de Español".

Era la prueba de modelos para el próximo desfile.  Ahí estaba yo rogando porque no me dejaran esperando como "a novia de pueblo",  y libro en mano,  me dedicaba a aprender ciertas técnicas para meditar mejor.  Lo que estaba leyendo tenía que ver con "posturas" y lo que estaba escuchando con una de mis orejas era también sobre "posturas"... "La postura que se tiene cuando te dicen que NO".

¿A quién no le ha pasado que cuando alguien que te gusta te dice que no, lo quieres más rápido y con más intensidad?... ¿A quién no le ha pasado que cuando debes abstenerte de sexo, carne, leche, o chocolate, pues lo anhelas y deseas más?... ¡es de hecho como si te carcomiera por dentro!, ¡como si en algún momento las acciones subieron y es TOOODO en lo que piensas!...

Eso se debe a la palabrita que tanto odiamos y amamos: "NO".  Ya antes creo que había comentado algo sobre esto. Sin embargo, no dejo de pensar en todo lo que oí, percibí y reflexioné al respecto.  Así que les contaré.

Éramos un montón de mujeres, y quizás 1, 2 ó 3 hombres que también pueden considerarse en parte mujeres porque su definición sexual así se los permite.  Una de las mujeres de veinte y tantos estaba diciendo lo mucho que se moría "por uno de los modelos".  Como una reunión de cotorras y pericas, estaban sentadas todas por aquí y por allá desvistiendo a los pobres seres en más de una forma.  No solo se trataba de lo bien que estaban o de lo bien que lucían; la conversación arrojaba todo tipo de críticas crueles que más de una podía desarrollar en un buen libro.

Hubo un momento en que escuché a 2 de ellas hablar como si lo hicieran en privado.  En ese momento yo era un cero a la izquierda que leía un libro que para nada llamaba la atención de nadie allí.  Una de las mujeres (también de veinte y tantos) le decía a la otra que ya no sabía qué hacer.  Evidentemente estaba desesperada porque ya no tenía artimañas para llamar la atención de "su amado especimen sapo de sus sueños".  Cuando él venía a probarse la ropa, ella quería lucir perfecta y pasaba horas escogiendo la falda y el short perfecto que ponerse; el brillo de labios y ensayando la actitud de "mírame, aquí estoy yo".

Le contaba a la otra rana que como veía que él era educado y mostraba cierto interés, ella quería su PIN, su número de teléfono, su correo electrónico, su número de zapatos, su twitter, su messenger y su TODO.  Ya saben ustedes cómo nos ponemos de intensas las mujeres cuando estamos obsesionadas con algo y con alguien.  Ella esperó durante mucho tiempo que él tomara la iniciativa para pedirle a ella esos mismos datos o al menos uno de ellos... ¡pero nada!, el sapo modelo era lindo, quizás algo inteligente y simpático... pero jamás tomó la iniciativa...

... Y como mujer que se respete y asuma el estado de liberación que hemos adoptado desde los años 50, pues se atrevió y ella le pidió el PIN a él.  (Volteé un momento para verle la cara de reojo a la pobre muchacha).  Su expresión era de completa frustración y por eso supe que no mentía.  De hecho, en ése momento me solidaricé tanto con ella,  que de alguna forma casi  le digo algo para consolarla.

¿Qué pasó con el sapo modelo?... pues dudó. No le dió el bendito número inmediatamente como suele pasar en esta sociedad moderna en donde todos asumen roles, y mientras más rápido mejor, porque acumulas más y más.  El tipo se dió el postín de decirle que... "bueno, está bien, anótame el tuyo aquí..." ...(para morirse, pues).

La pobre rana seguía haciendo chistes malosos,  pero en búsqueda de señales.  El sapo modelo no parecía gay, (no era el más bello de todos los sapos modelos que estaban en la prueba según mi ojo crítico), pero parecía tener "un no sé qué" que de alguna forma te alborotaba las hormonas.  Sin embargo, yo como quien no quiere la cosa, seguía escuchando atentamente el cuento, no tanto por chisme que realmente me sabe a pepinos, sino porque pensé para mis adentros... ¿Ésta fuí yo alguna vez?...

Debo aclarar que en medio de la conversa, el sapo modelo llegó y se sentó en las sillas del frente de las mujeres.  Así que ellas hablaban bajo mientras él estaba sentado justo allí y yo no sabía si reírme, leer mi libro en serio o pararme.  De alguna forma me quedé enganchada con la historia porque creo que de alguna forma ésa que hablaba fuí yo alguna vez... "la pobre idiota que ya no sabía qué hacer para que el bendito sapo entrara por el carril"...

Entre otras cosas supe que ella intentó escribirle varios días después a través del celular.  Cosas precarias y triviales con la ilusión de que el tipo se interesara, pero nada.  La pregunta del millón que usted querido lector o querida lectora se debe estar haciendo es si había posibilidades de que fuera gay.  Honestamente, no lo creo, pero es difícil saber a estas alturas, cuando lo "GAY" está IN y lo "STRAIGHT"  está OUT.

He decidido reflexionar al respecto, quizás motivada por la pregunta que me hago constantemente: ¿Cuando me dicen NO, estoy más motivada a buscar el SI?... (no responderé esto, no sean chismosos).

He escuchado mil veces cuentos de mis amigas brujas que me hacen pensar que de alguna manera todas somos masoquistas.  Si bien mi Generación C era de la generación sufrida, creo que la generación actual de entre los 20 y los 30, es la generación de las masoquistas.  Ellas realmente aman el hecho de no ser tomadas en cuenta e insisten e insisten.

Es bien cierto que la sensación de "vamos a hacerlo cueste lo que cueste" es muy poderosa cuando te encuentras con una pared que diga "NO".  Es como si de repente,  nos creemos heroínas de una película de superhéroes en donde debemos afrontar la negativa y hacer de tripas corazones para poder salir airosas y victoriosas.  Es como si de repente,  necesitamos ése "no" para mover nuestros traseros y lanzarnos en la aventura más gratificante de nuestras vidas.... "te dicen que "no" e inmediatamente ya estás con las mallas puestas y la tiara, buscándole las 5 patas a los gatos"...

Entienda algo querida bruja... a pesar de que han pasado los años y usted posiblemente no piense como yo, a veces un NO, significa realmente NO.  Es cierto que la sociedad moderna en la que vivimos usted y yo nos ha vendido la idea de que decir NO es solo un artilugio para llamar su atención y hacer que usted venga a buscar lo contrario, pero piénselo bien... ¿no es usted afortunada por saber de antemano que es "NO" y así pueda ir a pasear a sus ovejas a campos más verdes y con mejor pajita?...  ¡piénselo sinceramente!... (aunque sea un segundo).

Lo que pasa con este sapo modelo es muy sencillo y hoy he terminado de comprenderlo: "NO ESTÁ INTERESADO EN USTED", ¡carajo!...

A los golpes y con mil caídas he aprendido,  que cuando un hombre está INTERESADO y tiene el cartel de su taxi amarillo encendido, pues moverá cielo y tierra por conseguirla a USTED... así tenga que llevar el taxi hasta charcos lejanos... Si no... ¡míreme a mi!... que mi pobre sapo viajó y viajó para soportar mis desprecios, necedades, pesadeces y sandeces hasta que me dí cuenta de que el pobre "era el indicado".  Y eso no pasa de moda querida rana princesa... eso está tan actual como hace 15 años... (piense en eso otro segundo).

Yo a usted no la conozco a profundidad para saber si usted es de las "ranas neuróticas" o no, pero me atrevo a decirle algo... Usted es una pricnesa linda que estudia en un mundo en donde los HOMBRES mientras más gay y exóticos,  tienen más chance de triunfar que una que se parte el lomo diseñando y confeccionando perfectamente.  Usted se ve que proviene de una buena familia con cierto grado de cultura codiciado.  Usted es linda, preciosa y con buen gusto.  Ya no persiga más a sapos desinteresados y encima modelos que tienen esa mirada como si usted no está a su altura porque ellos "son modelos" y usted no.  Modelos o no, siempre hay más sapos en los charcos de la vida. 

Créame que si usted es del tipo que le gustan los "prototipos sapos bellos en extremo", pues el instituto sigue contratando una y otra vez a más especímenes a quien echarles un ojo.  No se desanime y no sea necia... Este taxi no era para usted, pero en un mundo tan sobrepoblado y con la gasolina barata, usted conseguirá el taxi que la lleve a donde quiera... ¡CLARO QUE SI!...

miércoles, 13 de julio de 2011

... y algunos amores son como PARIS! (primera parte).

Tenía que hacer algo para animarme.  Sabía que algo me hacía falta y no lograba dar con lo que era.  Hoy me he levantado con la secuela de mi horrible "gripe número 3 en un mes", y ya era hora de TOMAR EL TORO POR LOS CACHOS.  Inmediatamente que prendí la computadora lo supe... extrañaba mi blog y a mis amigos ranas y sapos de charcos diversos.  Aquí estoy, y en la cabeza hay mil historias dándome vueltas.  Sin embargo he decidido empezar con  PARIS.  Bienvenidos otra vez.

Ayer venía manejando en una cola interminable a las 2 de la tarde por la Cota Mil.  Escuchaba la radio porque me pareció que escuchar un poco las locuras de los demás, aliviarían mis ganas de ir corriendo a meterme en la cama a deprimirme como neurótica por no tener todas las tareas del instituto listas, y ninguna emoción por hacerlas tampoco.  Y allí surgió, mi tema de hoy... "cuando las primeras vistas no son tan buenas"...

Era un programa de entrevistas y hablaban entre otras cosas de cuando quieres causar una buena impresión y de repente ¡zaz!... pasó todo lo contrario.  O peor aún... cuando conoces a alguien que te ha sido vendido como "algo fabuloso" y de repente en la primera cita, quieres salir huyendo a la derecha...

Así fue Paris la primera vez, y quiero explicarles por qué.  La primera vez que fuí a Paris, por supuesto yo estaba MUY EMOCIONADA.  Escribirlo en mayúsculas no da el sentido de "LO EMOCIONADA EXTREMA" que podía sentirme, así que tendrán que hacer uso en sus cabezotas, de la imaginación que Dios les dió y buscar en lo recóndido de sus mentes lo que a ustedes les parezca "lo más grande" y multiplicarlo a la 10ma potencia.  Creo que aún así, no puedo decirles lo emocionada y dichosa que estaba... ¡carajo! ¡hablamos de Paris!....

Estábamos en Madrid y mi esposo decidió llevarme a Paris una semana para hacer un viaje de enamorados.  Por supuesto, habíamos soñado con esto desde hace mucho y nunca habíamos contado con el dinero neto para lanzarnos a la aventura de "vivir el sueño parisino como ricos y famosos".  Por fin tuvimos el presupuesto, nos fuimos solos sin las niñas y con euros para paseos, comidas en restaurantes lujosos y compritas nerviosas típicas de mujeres diseñadoras.  Yo no cabía de la emoción en el puto avión.  Ya quería que mi pasaporte tuviera el sello correspondiente.

Estando en Madrid como les decía, decidimos mi esposo y yo que nada de agarrar un avión de esos de línea económica, como EASY-JET o NYANMAR que cuestan "real y medio" y a quienes solo los extranjeros turistas osados" toman vuelos a diestra y siniestra mientras van pensando si alguna vez le cambiaron las tuercas a las ruedas de aterrizaje,  entre otras cosas.  Nosotros viajaríamos en "la aerolínea" y llegaríamos frescos y dichosos de nuestro vuelo de casi 2 horas directamente al Aeropuerto de Orly.  Hasta el nombre del aeropuerto sonada demasiado CHIC para ser cierto.  Ya sentaditos en nuestro avión y amarrándonos el cinturón comenzó la aventura de LLEGAR A PARIS PARA ENAMORARSE.  Solo llevábamos maletas de mano, en donde después de una selección de piezas "clave",  tratamos de meter lo más posible y buscar la forma de traernos de regreso los regalos y compras acostumbradas. 

Usted pensará... ¿Es que en 2 maletas medianas de "carry-on" pudieron ustedes querida bruja, meter la ropa para una semana y encima dejaron espacio para traer de vuelta?... Pues yo les contestaré amigos sapos y ranas de todo el mundo... ¡hagan lo que hace cualquier esposa!:... "Métanle 4 franelas a su esposo, unos  jeans y 3 pares de medias y oblíguenlo a llevar los zapatos puestos para que usted use la mitad de su maleta"... (¡sean prácticas e inteligentes,  carajo!... van a Paris).

Una vez que el avión arranca todo está en silencio.  Hay muchos a quiénes como yo, los despegues les ponen los pelos de punta, no vaya a ser que el bendito avión no se alce y caiga de nariz en la pista y nos matemos todos.  Pero una vez que estuvo en el aire, comenzó la aventura... "ruidos, chillidos, alboroto, llorantinas, olor a pañal sucio, etc etc etc..."  y créanme que no me quedo corta cuando les digo que el "bendito avión" debió haber entrado en una turbulencia a ver si más de uno cerraba la boca y se aterrorizaba de nuevo.

Le digo a mi sapito: "papito, ¿que vaina es ésta?... es que vamos en un autobus escolar?"... y Alfried se ríe y me dice: "tu lo escogiste"; (no me quedó más remedio que cerrar la boca por el bien de mi viaje).  Sin embargo 20 minutos después, un niño golpeaba tan fuerte mi asiento por la espalda, que después de 5 minutos me volteé y le pedí amablemente que se sentara bien porque movía constamente mi silla.  El niño tenía unos 6 ó 7 años, y a su madre le importó un pepino mi petición.  Ella seguía con su revista de modas sin importar lo que hacía "su renacuajito lindo".  Diez minutos después, yo estaba VERDE y con la espalda tan disfuncional que tuve que voltearme de nuevo para "sugerirle" al niño que dejara de golpearme.  Tampoco sirvió de nada y entonces mi humor pasó de ser el de "la princesita parisina" a convertirse en "la bruja de Blancanieves".

Como los asientos eran de 3 puestos de lado y lado, yo estaba sentada en el medio porque nuestro vecino de puesto "quería la ventana".  Yo había comprado mi ticket con ventana incluída.  Siempre lo hago y luego debo pelearme con mi marido para dársela en la mitad del viaje.  Pero bueno, la había comprado.   ¡Coño!... era la única mujer y ni siquiera podía pedir la ventana...  Sin embargo y por contribuir a que mi viaje fuera un éxito, me puse "la actitud" de felicidad, paz y amor junto con el perfume, y dejé  que el tipo de unos 50 años, fuera disfrutando su ventana.  Él por supuesto, ya había visto que me había volteado 2 veces para "sugerirle" al niño de atrás que dejara de magullarme la espalda y el trasero,  y se veía un poco incómodo en su asiento.  Total que el español de 50 años me dijo: "El avión está lleno de niños porque van para EuroDisney Paris y están muy emocionados".  Yo respondí para ser educada: "que alegría por ellos porque es muy bonito el parque en primavera, pero el niño de atrás, lo que tiene es un serio problema de FALTA DE PADRES." Y como si ésa bomba no hubiera sonado lo suficientemente fuerte, añadí: "y además tiene una madre que se cree florero.  La próxima vez le meteré un grito para que pase la vergüenza".

Nuestro vecino cincuentón se quedó callado y no volvió a decirnos nada más.  Yo continué brincando en mi asiento y rogándole a los ángeles o a las ánimas o a cualquier individuo sobrenatural que estuviera cerca, que las 2 horas pasaran volando.  No fue así pero al fin el capitán en un inglés espantoso nos dijo:  "estamos sobrevolando la ciudad de Paris, disfrutenla por sus ventanas que en 5 minutos aterrizaremos"... ¡Carajo! ¡Hasta el español cincuentón estaba disfrutando de su ventana y yo no!...

Por fin el avión se para, nos desabrochamos el cinturón y cuando nos paramos para salir del avión, los niños de atrás de nuestros asientos gritaron: "Papa... ¿llegamos al parque ya?"... adivinen quién era el padre de los "niños toro"... ¡mejor ni les digo!... ¡zaz!... agarré a mi marido y salimos volando del avión...

Increíblemente y a pesar de que es un vuelo internacional porque cruzamos de un país a otro, pues no hay aduanas, ni control de seguridad ni una puta persona que te selle el puto pasaporte.  Nada.  Nada de nada.  El aeropuerto de Orly es mínimo (como muchas cosas en Paris) y además tiene unas pequeñas cintas transportadoras para las maletas que si no las agarras pronto, pues tienes que esperar que den la vuelta de nuevo algún día.  Veníamos como con 5000 niños entre 4 y 7 años y encima, no habían carteles que dijeran por aquí hay taxis o por aquí hay autobuses.  Solo había un letrero indicando la salida a la calle ("La Sortie") y uno que decía "ORLYBUS".

Mi marido sabía que debíamos tomar el "Orlybus" para llegar a la ciudad.  Y de ahí tomar el metro para llegar al hotel.  Eso sería un gran ahorro tomando en cuenta de que en Paris los taxis son tan caros como una noche de hotel de 4 estrellas.  Como llevábamos 2 maletas pequeñas y una almohada chorizo para dormir (mi compañera inseparable en los aviones), pues nos lanzamos a la aventura... ¡total!... ¡el metro de Madrid es el más precioso del mundo!...¡Francia debe superarlo!, no?

Y ahí estábamos.  El Orlybus era un autobús mínimo (super estrecho pero larguísimo) que transportaba a todo el mundo desde el aeropuerto hasta una estación de metro cercana como en 30 minutos.  Te pasea por una zona feísima de inmigrantes y completamente abarrotada de excremento de perros parisinos.  Olía a curry, a sudor de "sobaco de viejo", a papas fritas "re-fritas" y a chaquetas mal lavadas, sin embargo, habíamos llegado a Paris... ¡no había cabida sino para sonrisas plenas y besos y besos!...

Nos bajamos en la estación de metro y con maletas en mano, tomamos la foto y nos dirigimos a pedir un mapa para saber en que estación nos bajaríamos.

Ahora y después de mostrarles este mapa, díganme algo... ¿ustedes pueden conseguir algo aquí?... de hecho... ¿ustedes pueden entender algo aquí?...  ¡Este mapa es una mierd....! (con el perdón de mis amigos cultos y lectores ávidos).

Cuando nos entregaron este mapa de 10 x 12 cm de ancho y alto, casi nos infartamos.  Era gratuito si, pero es tan enredado conseguir algo aquí, que usted ni que sea el que lo diseñó,  sabrá para donde coger.  Sin embargo y para que mi marido o yo entráramos en pánico, me senté un momento sobre mi maleta rosada y con mapa en mano, y haciendo uso de todo lo que aprendí en 5 años de traducción e interpretación de francés en la universidad, posé mis delicados ojos aceitunados en cada una de las líneas hasta que dí con nuestra estación.  Estábamos a salvo, no había sido tan espeluznante.

Casi nos caimos de trasero cuando fuimos a comprar los tickets por el precio (2 euros y algo cada uno, un solo viaje), pero suspiramos porque ya estábamos en el "ombligo del mundo"... "en la parada obligatoria de los enamorados"... "en la Cuna de la Sabiduría, de las Artes, de los Letrados y de las Maravillas del Mundo".... y para todo eso... ¡hay que pagar!... ¡de cajón que sí!...

Ahí recibí mi primer golpe duro.  El metro era feo.  Feo no... FEÍSIMO, mal iluminado, asqueroso, sucio y la gente que viajaba en él parecían los actores de una mala película de negros ladrones y adictos.  Yo no soy racista, de hecho, algunos negros son considerados por mí, unos grandes especímenes, pero esto ya rallaba en el colmo de la negrura.  No eran "negros", eran "verdes botella intenso" y otros eran "violeta-azul".  No me quedo corta al decirles que la única blanca que viajaba en el tren era yo sola y encima con el cabello rojo como un escobillón.  No sabía si en algún momento empezarían los tambores y la ceremonia para hacerme un guiso. No para mi sino conmigo, quiero decir.  Y encima estábamos a mil estaciones de la que nos bajaríamos y teníamos que hacer 2 conexiones (transferencias) más para llegar allí.  Era una locura.  Nunca en mi vida sentí claustrofobia.  Pero esta vez, creí que me desmayaría; el olor a podrido y a excremento, no puedo describirlo.

Hágase esta imagen en la cabeza.  Luego levántese del asiento y vaya por un té.  Esta es solo la primera parte de la historia.  En el próximo artículo usted entenderá que necesitaba esta pausa.  No lo dude más.  Tendrá un final feliz porque así soy yo... que me tomo las "margaritas con bastante tequila" hasta en la Capital del Mundo Bello... Así que no llore; no se desanime.  El cuento es feo, pero yo... SOY TODA UNA MUJER DE ESPERANZAS Y FE...

...vaya, vaya... aquí me encontrará luego del tecito caliente y las lagrimitas...¡nos vemos en la segunda parte!...

lunes, 14 de marzo de 2011

La belleza PHOTOSHOP.

Si usted querido lector o querida lectora, es de los que se escandaliza por mis comentarios, quizás no debería leer esto.  Quizás es momento de que usted se ponga a leer el periódico digital de su preferencia, o siga pintándose las uñas mientras escucha su música favorita. 

He tenido todo el fin de semana en mi cabeza, una pregunta que me hago a mi misma constantemente, pero que quizás éste, fue el que tomó más fuerza... "¿es que quiero ser más bella?... la repuesta me viene de cajón... ¡...de cajón que sí!..."

Un poco más calmada después de la calentera que agarré con una de mis amigas brujas, me atrevo a echarles el cuento, con la esperanza de que usted querido sapo me entienda y de que usted querida rana princesa, pues ponga sus ancas flacas a remojar y se deje de tantas pendejadas desilusionantes...

En estos días fuí a un evento de modas muy divertido.  La verdad es que me tomo mi tiempo para asistir a estos eventos con mis amigas brujas, porque "la locura femenina sana", me dicta que entre tantos modelos y gente bella, pues al menos debo lucir PRESENTABLE.  No para complacer a nadie, aunque como buena "princesa humana", el que te lancen piropos y te suban la autoestima es algo que siempre es bien recibido.  Sin embargo, luego de secarme el pelo y usar pintura de labios, y de combinar adecuadamente la falda con la blusa y elegir los zapatos perfectos para mi salida vespertina, me doy cuenta de que es aún más importante PONERME LA ACTITUD. Ponerse bella y sentirse bella NO TIENE NADA DE MALO... de hecho, la vanidad bien administrada es una gran herramienta,  siempre y cuando no rayes en el ridículo de querer siempre llamar la atención...

Mi amiga me tomó unas fotos; quiero decir que no solo a mí, es decir, todas tomamos fotos de todas las brujas como es la costumbre.  Sin embargo, ayer me escribió para decirme que aún no me las mandaba porque tenía que retocarlas.  Al principio pensé que las fotos habían salido descuadradas, empañadas, descabezadas o lejanas... (Lo pensé porque ya estoy acostumbrada a que mi marido en varias ocasiones me deje sin cabeza, o como si la foto se hubiera tomado desde China estando yo en Caracas...)

Pero, y como uno sigue leyendo el mensaje, me dí cuenta de que con su explicación se refería a que estaba "arreglándome en photoshop" antes de enviarme las fotos... y entonces si... ¡me puse como HULK y me entró la calentera!...

¿Es que de alguna forma necesito "SER ARREGLADA"?... fue mi pregunta de turno...
¿Es que acaso necesito la ayudita extra para mostrarme ante los demás?...
¿Es que acaso ella me ve de una forma que necesita edición para ser mi amiga y mostrarse conmigo en público?...

Me tomé 5 minutos para terminar lo que me estaba tomando mientras leía el mensaje y luego, con toda la clase y la paciencia a la que a veces tengo acceso,  decidí escribirle de vuelta... "Gracias mi bruja, pero por favor, nada de retoques a mi persona porque eso me hace parecer de plástico y las brujas, somos FEAS Y TENEMOS LUNARES CON PELOS"... (no hubo respuesta de su parte).

Quizás por eso es que de camino a casa desde la playa, no pude sino reflexionar en tantas brujas que conozco, que jamás publicarían una foto sin pasar antes por la "belleza photoshop de nuestros días"... ¡Y que lástima  ver que tu vida tenga que pasar por retoques constantes para ser aceptada por los demás!...

Yo no me engaño, iremos por puntos para que usted que es crítico por naturaleza de mis artículos, pueda entender mis argumentos.  Para eso y como es de mi costumbre, los enumeraré a continuación para que no haya falsos sentidos.

1) NO SOY IDIOTA, LA SOCIEDAD, LA PUBLICIDAD, LA TELEVISIÓN Y LOS ESTÁNDARES DE BELLEZA NACIONALES te obligan a "ser bella"...

Cada vez que usted prende la televisión y ve una novela, una imagen publicitaria, una foto o un concurso, usted lo que ve es gente bella (al menos por fuera).  A menos que usted sea adicto al Canal "History Channel" y sufra o brinque con programas como "TABÚ", usted verá modelos, modelos y más modelos...

De hecho, si usted es observador y detallista, muchas veces tendrá la sensación constante que tengo yo a menudo,  de que a veces se encuentra una especie "de prototipos en serie" con la misma talla de tetas de silicón, la misma nariz, el mismo tono exacto de bronceado e incluso, cabello, uñas y trasero prominente...

Recuerdo una vez a una amiga que tenía familiares no sé si era en Escocia, Finlandia o Dinamarca, y por fin vinieron unas navidades a Caracas a estar con la familia venezolana.  Salieron un día a comprar en los "malles" caraqueños y uno de los tíos comentó asombrado y maravillado..."es impresionante cómo las venezolanas TODAS, tienen busto perfecto"... "pareciera como si hay algo en la alimentación que las hace prominentes... y me pregunto qué sera..."... (por supuesto, mi amiga rió durante días con la inocente pregunta de alguien a quien jamás le pasó por la cabeza que el 90% de las venezolanas acuden al bisturí...)  Créanme que yo aún recuerdo el cuento y me muero de la risa...

2) UNO SIEMPRE QUIERE SER "MÁS BELLA" E INCLUSO,  MUCHOS AHORA QUIEREN SER "MÁS BELLOS"...

¿En donde quedó el concepto primario de que alimentarse bien, dormir 8 horas y hacer ejercicio son fuentes inagotables que te donan belleza saludable?... ¡vaya a usted a saber!...
Yo también quiero ser más bella cada día.  De hecho, y a medida que pasan los años, me pregunto cuánto tiempo más podré vivir sin crema antiarrugas, sin pastillas antienvejecimiento o sin vaginoplastia... Y me pregunto esto porque pienso que ahorita a mis treinta y tantos, no me siento vieja, ni arrugada,  ni fea ni con ganas de gastarme mis ahorros en el cirjujano plástico que me dará "LA FELICIDAD INSTANTÁNEA DE SER BELLA, TETONA, VIRGEN Y PERFECTA"... además... ¡¿quién quiere ser virgen de nuevo, carajo?!...

3) SI NO TE SIENTES BELLA, NI CON LA CIRUGÍA MÁS EFICIENTE PROYECTARÁS UNA BELLEZA ATRAYENTE.

De este punto debo afirmar categóricamente que NO TENGO DUDAS.  Yo soy la viva imagen de que no soy una perfecta belleza.  Y también soy la protagonista de sentirme linda en los momentos más inusitados.  De hecho, a veces incluso con vestido de diseñador, peinado de estilista y zapatos de ensueño, he tenido momentos en que me siento sumamente "desentonante y fea", AUNQUE USTED NO LO CREA... todo depende de como yo misma me sienta o me vea, o de qué forma haya ido mi día...

4) USTED NO QUIERE SER LA VÍCTIMA DEL ENGAÑO FACEBOOK (feizbug).

Conozco a alguien a quien definitivamente borré de mis "amigos del feizbug" que copió nuestras fotos juntas para "hacerse retoques" (nada ligeros, por cierto) y colocar de nuevo las fotos para conocer a mis "amigos"... (y echarles los perros, entre otras cosas, incluído mi marido)... ¡Así que imagínense eso!... ¿se puede ser más zorra y mentirosa?... pues claro, conozco a unas cuantas que sobrepasan este estándar que comento hoy...

Imagínese que usted (como todo curioso) se mete a husmear las fotos de sus contactos y encuentra a una "princesita rana que le encanta"... pues usted quiere conocerla ya.  Ella es preciosa porque "brilla" literalmente con unos dientes blanquísimos, un pelo que parece que se lavó con "estrellas del firmamento", una piel sin un punto negro en el horizonte y además, tetas perfectas, cintura de gimnasio de 3 horas diarias los 365 días del año y por si fuera poco, piernas largas, cero celulitis y ese halo misterioso y mágico que solo se encuentra en los libros de princesas y duendes... ¡de bolas que usted no solo quiere conocerla... se quiere casar con ella, carajo!... ¿y quién no?... ¡hasta yo me quiero casar con ella!...

Llega por fin el día y después de unas 100 horas invertidas de chateo, se citan y deciden ir a tomarse unas cervezas... (en mis tiempos, era ir con amigas chaperonas a comerse un heladito a 4D; pero claro ¡los tiempos han cambiado!)...

Usted llega, entra a la tasca de turno, quizás un poco retrasado porque la cola en la autopista era insufrible y voltea cual ventilador y no ve a "su princesa dorada" ni en la barra, ni en las mesas, ni en la puerta del baño ni en ningún lado... pero a los 10 segundos usted oye su nombre gritado desde algún lado y cuando voltea pues ¡zaz! USTED QUIERE QUE SE ABRA EL PISO Y SE LO TRAGUE LA TIERRA... su primer pensamiento es: ¡mierda!...¡¿quien me mandó de safrizco a conocer mujeres por fotos de panas?!... ¡a ese maricón pienso matarlo en cuanto lo vea, carajo!...

5) NO TIENE NADA DE MALO SER USTED MISMO.  SI USTED NO SE ACEPTA NO PUEDE PRETENDER QUE LOS DEMÁS LO HAGAN.

Tengo una amiga bruja que tiene un blog de modas muy interesante.  De hecho, siempre la recuerdo porque es una gran "conocedora" del PHOTOSHOP y en su trabajo debe utilizarlo para todo ya que es herramienta obligatoria.  Sin embargo, ella ni se retoca ni nada y es fiel crítica de que la belleza de nuestros días es IMPOSIBLE DE ALCANZAR con esos estándares tan altos a copiar de la publicidad en general.

También conozco a muchas brujas que casi dejan de comer "literalmente" para ser las nuevas acreedoras de "tetas de silicón cada vez más grandes" que son imposibles para la salud de la espalda, piel o equilibrio corporal.  De hecho, cuando debo coserles algo, me doy cuenta de que debí decir que NO ante la complejidad del entalle perfecto que esto requiere a la hora de diseñar y/o coser trajes perfectos.

Yo soy una fiel abanderada de aceptarse con todos sus puntos débiles.  No sé si mi aceptación parte del hecho de que nunca tengo suficiente dinero para pasármela de cirujano en cirujano, o si es que como de niña siempre me sentí "tan rara" por ser el "bicho pecoso y pelirrojo del colegio" que desarrollé a punta de autoestima lo que soy hoy día.  Lo cierto es que cuando tengo algún problema "de fealdad", para mí aplican las dietas, el ejercicio, las horas de sueño completas, el sexo delicioso y fortalecedor  y los "spas caseros" que nunca fallan.  Cada vez que publico una foto de mi, a pesar de que todas no reflejan buenos ángulos, o salgo haciendo payasadas o me veo tan "sin pintura" que no se si me veo como "novia de pueblo", me doy cuenta de que SOY TODA UNA BELLEZA TROPICAL, con mis mil pequitas, mis dientes madre perla, mis tetas esponjosas, mis rollitos de comer dulce, mi trasero de portu, y mis 1.65 mts de estatura que Dios me dió.  Porque así me siento, y como soy mi mejor y mi peor crítico, a veces me digo:... ¡niña, menos chocolate esta semana y más caminata por la urbanización!...

6) ARRÉGLESE LO QUE USTED CREE QUE ESTÁ MAL... ¡CLARO QUE SI!...

No tengo nada en contra de la cirujía plástica... ¡para nada!.  Mi crítica va dirigida a "los excesos de no aceptación" que pretenden esconderse tras el bisturí.  Si usted cree que debe arreglarse la nariz porque parece un gancho de ropa, ¡vaya y arréglesela!... si usted tiene tetas de limones y quiere tener naranjas... ¡pues reuna la plata y póngaselas!...  total... ¡ese cuerpo se lo dió Dios para que lo usara como usted decidiera!... pero ¡ojo!... usted debe ser consciente de que como todo en la vida, debemos asumir ciertos parámetros y saber dónde están nuestros límites.  Porque a veces usted cree que obtendrá un resultado y ¡zaz!... le sale el tiro por la culata.

Soy partidaria de que usted debe cambiar lo que no le guste, pero ni la cirujía más completa podrá cambiar lo que usted es por dentro.  Soy admiradora de las mujeres que irradian energía positiva que las hace ser "las más lindas" del planeta sin haber recurrido nunca al bisturí porque están tan bien CARGADAS de algunas cosas esenciales por dentro, que no necesitan nada más; y si decidieran ayudarse quirúrgicamente solo sería para ser MÁS Y MÁS BELLAS... (y les digo que no tiene nada que ver si son gordas, flacas, o chaparras)...

Perseguir ideales de mierd... (con el perdón de las orejitas incautas de mis lectores educados) no lo hará feliz si usted no está consciente de que hay que cultivar otras cosas.  Si usted es tan bella como cualquier actriz rubia o morena de Hollywood pero cuando debe participar en una conversación solo sabe cuáles son los números de los colores de los esmaltes de uñas, seguramente usted DEJARÁ DE SER TAN BELLA PARA CONVERTIRSE EN UN PEDAZO DE CARNE.  Debe preguntarse pues, si eso es lo que quiere. Y si es así, pues siga memorizando los números y sea feliz con eso.  Hay para todos los gustos, ¡claro que si!...

7) MI CONSEJO MÁS PRECIADO Y ME LO DIÓ MI MADRE (quizás desesperada por explicarme que las zanahorias no tienen patas...): USTED ES LO QUE COME, LO QUE DUERME Y LO QUE HABLA.

Ahora bien, si usted hace caso de "las madres sabias de la vida", asentirá con su cabecita, sonreirá por dentro y se consolará pensando que el HUMILDE MORTAL, HOMBRE O MUJER, QUE SE ENAMORE de usted, buscará algo más que piel y protuberancias.  El sexo querida rana o querido sapo es vital y muy importante para algunos que como yo, queremos vivir plenamente y sin tantos tapujos.  Uno debe sentirse bien y verse bien, pero ¡cuidado!... nadie quiere narcizos locos... en cambio, ¡quien no quiere rosas de colores y de aromas enriquecedores por doquier...!

PIÉNSELO Y CONSUÉLESE... QUE ES MEJOR HACER MARGARITAS CON LOS LIMONES QUE TE DIÓ LA VIDA, QUE PARARSE A LLEVAR SOL COMO UNA TEJA EN BÚSQUEDA DE QUE ALGUIEN TE TIRE UNAS NARANJITAS...