martes, 7 de septiembre de 2010

Ya para qué quiero el bikini... (¡si no me lo puedo poner!)

Revisando cosas viejas para desocupar espacio y botar peroles, me encontré con una carta.  Era una carta bellísima que me escribió una amiga.   Este cuento es bien interesante, porque mi amiga y yo "nos conocemos" desde hace por lo menos 20 años.  Digo "conocemos" entre comillas, porque jamás nos hemos visto en la vida. Al menos no "person to person".

Les contaré que hace 20 años,  internet, mails y blackberrys no existían.  Había que rezar y esperar que Ipostel tuviera la "delicadeza" de no perder, romper o botar tus cartas escritas a mano.  En el mejor de los casos y si querías parecer una chica o chico interesante y "ejecutivo",  pues recurrías a la vieja máquina de escribir de cartuchos de cinta de "tus viejos".

Mónica siempre fue una persona muy especial en mi vida.  Nos conocimos a través de un sitio en Miami o Atlanta que había para contactar amigos en otros idiomas o de otras nacionalidades.  Yo siempre quise conocer gente que me contara las cosas que hacían en su país, pero no tenía la plata para viajar.  Así que ésa era una gran idea.  Lo cierto es que mandabas tu carta con todos tus datos, tus aficiones, lo que esperabas de la vida, metías 2 dólares y listo.  Luego de unos meses, tu nombre era publicado en algún sitio que ni recuerdo y la gente te escogía.  Era lo que los franceses llamarían "una carta de motivación" (Les célèbres lettres de motivation françaises).

Pues a mi me escogieron unos cuantos a quienes les escribí, pero yo la escogí a ella.  Sus palabras sonaban como si las hubiera escrito yo.  Era como si de repente, ella y yo éramos 2 caras de la misma moneda, pero que alguien había tirado en dos países distintos.  Así que le escribí y ella respondió. Teníamos como 15 años.  E ipostel era una completa mierda...(con el perdón de los lectores).

Comenzamos a conocernos.  Siempre pensé que por la letra se conocía mucho a la gente.  Su letra era preciosa y perfecta, como si ella escribiera con una maquinita.  Mi letra es igual, y para los que la han visto, pues no pueden dejar de preguntarme ¿cómo lo haces?... pues no sé, como todo lo mío, no sé de donde viene.  (Yo solo tengo fe y confío.  Ésa es la historia de mi vida: LA FE).

Pues la fe y la certeza de que ella era genial no se me pasó,  aunque Ipostel me dejaba esperando semanas por una carta.  Yo esperaba pacientemente (¡mentira! IMPACIENTEMENTE) que ella escribiera.  Teníamos una rutina de escribir 1 vez cada quince días o 1 vez al mes si estábamos full con las clases en el colegio.  Así fueron pasando los meses y supe muchas cosas de ella.  Cuando se graduara,  iba a estudiar Arquitectura como yo siempre soñé.  Cuando fuera arquitecto iba a construir casas hermosas, conservatorios de música espléndidos, bibliotecas públicas funcionales; (todo lo mismo que yo quería hacer).  Descubrimos que yo cumplía años el 15 de octubre y ella el 18 del mismo mes.  Nacimos el mismo año y "casi casi" a la misma hora.  Yo a las 6 y 30 de la mañana, ella un poquito después.  Eran muchas las casualidades. Pero mi amiga siempre sonaba melancólica en sus cartas.  Y eso, me encantaba.  Lo digo porque yo busco desesperadamente sonar así, con la medida exacta de nostalgia y melancolía.  Porque una carta es eso, si no, sería una conversa cualquiera.  Una carta debe poder expresar sentimientos y no ser solo palabras y párrafos.  Una carta que escribas, debe sonar COMO TU.

Nos graduamos, y venían tiempos de universidad.  Yo no podía pagar arquitectura aún, así que me busqué un trabajo, y comencé a planear con más cuidado mis metas y sueños.  Ella entró en una de las mejores universidades de su país, y empezó con sus proyectos.  Jamás dejamos de escribirnos.  Ella salió en estado de un novio que tenía,  que resultó ser todo un "sapo patán",  y se armó el gran lío en casa.  Lo cierto es que para ése entonces, yo estaba embarazada también.  Nuestras hijas nacieron con 15 días de diferencia el mismo año.  Nos mandábamos fotos, nos escribíamos, nos mandábamos tarjetas de cumpleaños y jamás fallamos un mes.  Yo comencé con arquitectura por fin mucho tiempo después que ella (quizás un año), y luego tuve que dejarlo porque mi vida de casada no podía con tantas cosas.  Pero ella se graduó, y el último año (si mal no recuerdo),  conoció a su "sapo que se convertiría en príncipe".

Como cada vez que podíamos permitirnos el lujo conversábamos por teléfono, pues un día la llamé (después de recibir la hermosa tarjeta de invitación a la boda) y le pregunte: "¿estas enamorada de Alvaro?" y ella me dijo... "no igual de lo que lo estuve de José".  ¡Zaz!, ahí supe que intentar llenar un hueco que ya tenía nombre, no era lo más indicado.  Sin embargo, ya ella había pasado por mucho, y merecía que alguien la hiciera feliz.  Alvaro es arquitecto y la adoraba.  ¿Qué más se podía pedir?... ¿quién era yo para decirle que no se casara?...

Mónica tuvo la boda que quiso, los suegros que siempre soñó y el padre perfecto para su hija. El sapo de José, jamás apareció.  (José vio a Michelle unas dos o tres veces en 2 años y luego se fue lejos a hacer su vida de soltero y galán).  Mónica comenzó a trabajar y tuvo 2 niñas más:  María Fernanda y Priscilla. Lo cómico es que su segunda hija y la mía, nacieron el mismo año con 1 ó 2 meses de diferencia también.  Jamás ni por un segundo, nos pusimos de acuerdo.  De hecho, su esposo quería un tercer hijo, y nació la "Prisci". Yo ni de vaina me meto de nuevo en la "dulce espera"... (al menos no por los momentos)

Lo que trato de contarles hoy aquí por si se preguntan qué es lo que intento argumentar, es que Mónica siempre (y digo SIEMPRE) vivía esperando algo que quizás no llegaría.  Su vida iba detenida en la "esperadera".  Ahora que leo su carta y han pasado 12 años, puedo entender algo que leí una vez para hacer una traducción que se titulaba SHOULDA, COULDA,  WOULDA.  Es cuando te la pasas viviendo en el tiempo condicional o subjuntivo que no son  más que  tiempos en los que  o "te lamentas de lo que debiste, pudiste o quisiste hacer y NO HICISTE" o "cuentas los pollos antes de nacer", de hecho, la traducción exacta sería "debería, podría y habría" (por supuesto que nada es literal, se necesitan otras cosas para traducir en contexto).

Pues, su carta estaba llena de:  " si hubiera peleado en casa por irme con José..." "si hubiera tomado más precauciones..." "si no hubiera tomado ese avión a Cochabamba"... , etc etc etc. Habían como unos 15 verbos o más que expresaban nostalgia extrema irrealizable.  Y digo irrealizable porque ella sabía que José era un patán que jamás la quiso, (porque el que no quiere a sus hijos, pues no quiere a nadie).  Ella sabía que no debía casarse con Alvaro si no estaba enamorada.  Pero vivía esperando que vinieran los extraterrestres o quien se yo, y retrocedieran el tiempo para cambiar algunas cosas. Yo a diferencia de ella y aunque suene increíble, cuando hay algo de lo que me arrepiento, no quiero retroceder, QUIERO AVANZAR LO MÁS LEJOS POSIBLE.

A veces vamos por la vida como si de alguna manera no tuviéramos esperanza.  Como si algo que pasó en el pasado nos dejó paralizados como esperando que la corriente nos lleve ella solita.   Conozco a mucha gente que espera por cosas que estoy segura,  no van a venir solas.  Al deseo hay que ponerle acción y muchas veces trabajar duro para conseguirlo.  Hay cosas que llegarán solitas a su vida querido amigo o querida amiga, porque soy de las que cree que si algo es para usted, vendrá con etiqueta y su nombre en ella.  Pero hay otras cosas que debes salir a buscar.  Muchas veces es "la salida a buscar" lo que hace interesante su vida.  Como dirían los filósofos y budistas... "lo divertido de avanzar no es la meta, sino el camino para llegar a ella".

Así que piense mucho en esto de quedarse estancado pensando que aquello que queremos con tanta fuerza va a venir a tocarnos la puerta.  Puede que así sea... ¿pero y si no sabe llegar o quizás llueve y el cielo se pone oscuro o se va la luz?...¿no es mejor salir a buscar lo que quieres y encontrarse a mitad de camino?...


Soy de las que piensa que la vida DEBE VIVIRSE.  A mi me han pasado innumerables cosas que pudieron dejarme esperando detrás de la puerta.  Sin embargo, fue mi decisión abrirla y asomarme a ver si el ascensor podía llevarme a otro lugar.  Como también es mi decisión, ponerme mis tacones favoritos, alborotarme los pelos y pintarme los labios de rojo y salir "linda y preciosa" a montarme en el ascensor. El quedarme sentada en el "sofá de la vida" no va a devolverme a los que perdí y quise tanto.  Tampoco va a permitir que los que perdí y quiero volver a tener,  quieran sentarse conmigo "a hacer nada" en el sofá.  Si se tuvo un amor imposible que no funcionó, pues recuérdelo con cariño y de gracias por haberse enamorado.  Que si sus padres murieron y usted se siente solo muy frecuentemente... pues ame con más intensidad a los que quedan vivos.  Que si usted no pudo estudiar lo que quiso, tener los hijos que quiso y con quien quiso, pues solo salga.  Estoy segura de que si usted no lo tuvo, pues es posible que todavía exista lo que usted quiera por ahí, quizás no con la misma persona o en la misma universidad que usted soñó.  PERO LO QUE USTED QUIERE, EXISTE EN EL 90% DE LOS CASOS... y le prometo algo amigo lector y créamelo... yo lo sé, porque lo vivo todos los días... y a veces, cuando soy muy afortunada y tengo mucha fe... PUES HASTA ME SALEN ALAS...


¡ATRÉVASE CARAJO... TOME ACCIÓN Y NO SEA NECIA!... 
Si usted puede pensar en ello e imaginarlo... EXISTE... y si lo que usted quiere tiene precio... 
LOS REALES ESTÁN EN LA CALLE... (¡mueva su trasero y salga a buscarlos!)



Ah por cierto!... Mónica y yo vamos a cumplir 20 años de amistad y nunca nos hemos abrazado.  Yo mantengo la esperanza de que iré, la abrazaré y nos reiremos juntas de tanto que nos dijimos y de lo mucho que superamos juntas.  Mónica te adoro... ¡amigas como tú... deben crearse en el cielo!...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Caribbean Blues... and the revelation of the moon!


A veces mi cabeza funciona en tantas direcciones, que cuando quiero que no se me olvide algo, debo sentarme a escribirlo para sacarlo a pasear y que no siga ocupando espacio.  Hoy no pude dejar de pensar... debo escribir este artículo  y compartirlo con mis amigos.  Anoche, estaba en un restaurant caraqueño y en un momento que estuve sola en la mesa, no pude evitar escuchar la conversación de una pareja de mujeres de la mesa de al lado. "Mis vecinas" estaban hablando (para variar), de sus "terribles experiencias amorosas".

Una y otra vez, estaban "despellejando" a los que creo eran sus "sapitos príncipes" que no pasaron de ser "sapitos malolientes de pantano asqueroso". Parece que la queja recurrente era... "...es que se acabaron los hombres buenos y los que están disponibles son maricones"... (copiado textualmente)...

Desde anoche no he podido dejar de preguntarme si eso es cierto; si por el hecho de estar casada,  de alguna manera estoy fuera del "mercado de la carne".  De ese mercado que te promociona, te desea y te olvida.  Tomando en cuenta las apreciaciones de "mis vecinas de mesa" y de sus comentarios de "ir a buscar marido pal'  norte porque aquí no queda nada", he decidido investigar un poco qué ocurre y así dejar mis impresiones al respecto.

Conozco a muchas mujeres de la universidad cuyo primer interés es "conseguirse al marido gringo".  Esto es algo así como ir en búsqueda de Superman o del Hombre Araña, que no solo no existe sino allá, sino que te va a llevar para que tu vida comience a ser buena de verdad verdad. Pareciese que la prioridad no es graduarse de intérprete o de traductor, o aprender un idioma por diversión o por gusto, hay "más de una" que invierte 5 años de su vida (con suerte porque en la Central jamás se sabe) para conseguir el prospecto gringo que las sacará de la miseria de sus vidas.

Esto me causa mucha gracia, porque yo a pesar de siempre tener "esa curiosidad insaciable" de ver cosas diferentes y de viajar a lugares con los que sueño que me quedaré sin aliento, jamás estuve en búsqueda de algo o de alguien que no pudiera estar aquí en mi propio país. De hecho, nunca supe si me enamoraría de alguien de aquí, o de allá, o del más allá.  Yo lo que siempre quise fue enamorarme locamente y que la sensación me durara años. Si bien hay especímenes sapos muy interesantes en otros charcos más lejanos... para mi la perfección del ser no tiene que ver con la demografía... tiene que ver con la química que sientes y la música que escuchas cuando hallaste al sapo que bailará contigo... lo demás... ¡es simple accesorio para combinar con tu perfecto vestido negro..!

¿Puedes imaginar tu vida sin esa musiquita que te para los pelos?... me refiero a ese conjunto de cosas (musiquita para el alma) que alegra tus mañanas y tus noches.  Me refiero al Toddy rico que preparas en la licuadora con full hielo (aunque sabes que tendrás después el trasero del tamaño de "Brasil"); al chistecito subido de tono (porque aquí todos los chistes si no son groseros, no hacen reír); al comentario pesimista de turno: "¡éste es una mierda de país y nunca vamos a salir de Chávez!" (que decimos para quejarnos, pero que no es cierto y lo sabemos); y las arepitas con diablitos o el cafecito de la vecina. Eso sin contar con voltear y mirar la belleza del Ávila, la maravilla de ir a Morrocoy y comerte una langostista si te alcanzan los bolívares...

Es por eso que mi post de hoy se llama "Caribbean Blues".  ¿Han escuchado la nueva canción de Juan Luis Guerra que se llama así?... Pues si la respuesta es no, están a tiempo.  Este es el link de youtube:


Como asidua visitante de las islas del Caribe, año tras año me embarco en la aventura de ir a escuchar música y a comer delicioso en otras tierras caribeñas.  Mi corazón pega brincos literalmente cuando en lugares tan mezclados,  como por ejemplo, Barbados o Saint Lucia, oigo a lo lejos en alguna radio oxidada, un blues caribeño.  La canción de Juan Luis suena igual, a esa mezcla del caribe, el inglés cantaíto y a negros bailando reggae aunque a mi me suena más a "son cubano" que a otra cosa.  Si eso no te mueve lo que eres por dentro, pues no sé que otra cosa lo haga. Eso es lo que para mí significa "ser del Caribe", "amar al Caribe" y "enamorarse del Caribeño". Por ende, nunca pensé en salir a buscar lo que ya tengo en casa.  Si alguien me inspira a sentir "ese blues" seguramente será aquí en este momento y en este ahora. El inglés es solo un accesorio que se usa para divertirnos un poquito más.

Si bien es cierto que para muchos lo que está afuera es más interesante, también es cierto que para algunas personas como yo,  enamorarse en su propio idioma y con su propia música no tiene precio.  Los "je t´aime" y los "I love you" son grandiosos, pero me erizo de pensar en esos momentos en los que escuchas al oído de tu sapito lindo,  un "te amo" en perfecto español. Mi mamá decía que lo que es nuestro es el idioma y todo lo que va detrás. No debe haber canción más dulce que la que te recuerda de dónde vienes y lo que has sido, sea esto bueno o malo.

Me causa gracia ver la taquicardia que les produce a "algunas y a algunos" cuando en medio de una cola caraqueña, a mi se me ocurre poner música de Silvio o de Pablo.  Es como si de repente, no estuviera permitido.  Lo más cumbre es que me dicen: ¿Cómo coño escuchas esa música chavista?... ¿es que no te enteraste que Chávez contrata a estos tipos para que le cante a los chavistas?... y yo pienso Dioxxxx! ¿esto está pasando o lo estoy imaginando?...

Yo crecí en un lugar en donde amar nuestras raíces era el pan nuestro de cada día.  Antes de la llegada de Chávez, mis papás oían Trova Cubana.  Mis amigos bailaban, escuchaban y hacían "salsa".  No era algo de moda, o de "ser popular".  Era nuestro "modus vivendi"; era parte de lo que éramos y de lo que seríamos.  Jamás oí a nadie en el colegio decir: "es que debo irme para Estados Unidos a buscar novio" ... o... "es que me voy para Canadá cuando tenga 18 para conseguir marido antes de que se acaben".

¡De cajón que como latinos tenemos nuestras vainas malas!.  Algunas muy malas, sobretodo el machismo, la violencia doméstica, el típico "macho mujeriego" que te monta más cuernos que toda la familia de Bambi, y el típico "galán de cerro". ¿Pero ustedes amigas lectoras, de verdad creen que aún no se puede conseguir nada bueno aquí?... Pues les echo un cuento... conozco a varios que valen la pena y están solteros.  Pero como todo lo bueno, son exigentes porque jamás se conformarán con alguien que tenga "cotufas" en la cabeza.  El que sabe que es "bueno", no se llevará para su casa "mediocridad".

Yo no sé si de verdad cada vez nuestro país incrementa el número de homosexuales que no ayuda al florecimiento de las relaciones hetero.  Sin embargo, esto ocurre en todos lados.  Imagínese que si ocurre en México,  (que es lo más machista del continente) ... pues ocurre en todos lados...

Lo que creo es que la liberación femenina se salió de control y dejó a más de una muy desubicada.  Estoy cansada de oír a más de una bruja necia decir que "no piensa cocinar"; " que su dinero es suyo y el de él también es suyo"; "que a los niños  los va a cuidar él porque no piensa ni de vaina dejar de ir para la peluquería" o "que eso de cachifear? pues ni de casualidad va a suceder".  Yo me río y pienso... por eso es que están jodidas y no tienen ni novio.

Yo jamás me casé pensando en que mis hijos los cuidaría otro,   o que tendría que cocinar otro. Jamás pensé que si hacía dinero sería mío y buscaría por todos los medios que el dinero de él fuera mío también.  Creo que lo que más me preocupaba era que los problemas de dinero no hicieran que alguno saliera huyendo.   Me casé pensando en que cuando me tocara cocinar a mí, lo haría lo mejor que pudiera, y que cuando no tuviera ganas, pues para eso está Domino' s o la comida china a domicilio.  Tampoco me casé pensando en que dejaría de ir a la peluquería o a internarme de cabeza en TecniCiencias (que me encanta).  Me casé pensando, un rato cuido yo a los monstruos, y otro rato, pues se los dejo y salgo volando para donde mis amigas...

Soy de las optimistas que piensa que usted puede convertirse en "the revelation of the moon".  Que cuando las cosas salen mal no se debe a la pura idiosincracia o a la demografía; que se debe a que dos no supieron bailar el tango con ambos pies. Y bueno, también de eso se puede salir y empezar otra vez.  La vida es muy breve para pasársela lamentándose de todo y de todos... Si usted conoció a su "príncipe gringo, chino o sueco", pues enséñele a bailar como a usted le gusta. Su mayor atributo aunque no lo crea, es SER LATINA indistintamente de que sea blanca, negra o pelirroja.  Porque ser latino es algo que va dentro de la sangre, es algo así como un gen adicional que nos hace divertidos, sexys, cariñosos, y muy pero muy inteligentes y vivos.

Yo solo sé que cuando estoy en Puerto Rico por ejemplo, a pesar de que su acento no es como el nuestro, solo puedo sentir que cada fibra de mí se mueve cuando alguien me invita a bailar esa salsa tan "de todos". Cuando he estado en lugares como Antigua, Saint Marteen, Saint Lucia, o Saint Thomas, hasta una salsa en inglés o un "son cubano" hace que quiera quedarme unos días más... y ¿hablando de Cuba?... pues hablar de Cuba me dejará corta y tendría que hacer todo un nuevo artículo para demostrarles por qué es "tan mágica, tan intensa y tan difícil de explicar".

Una vez estando en Saint Thomas, un negro caribeño de color azul me preguntó de dónde era yo... pues le dije que de aquí y me dijo en inglés: "¡No juegues,  tú no eres de Venezuela, porque allá todos son negros!... yo solo para mis adentros pude pensar... si supieras que soy negra, india, blanca y pelirroja, española, latina y bruja... ¡y estoy totalmente orgullosa!...





VIVA MI PAÍS Y VIVA MI RAZA

Quizás en otros charcos hayan príncipes más bellos, pero si no bailan como yo... pues ya no son tan interesantes...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¡Ya sé! ... ¡tienes la regla!

Hoy me pasó algo increible... agarré una "rabia monumental" con un mensaje de texto antipatiquísimo que me mandaron.  Lo increible es que aunque el mensaje hubiera venido de mi esposo (y no lo fue), jamás me habría molestado de esa forma.  Me sonó como un "chillido" grosero e hiriente, y la verdad aunque fue una estupidez, no pude dejar de preguntarme... ¿Algunas personas tienen el poder de "lanzarnos de trasero contra el piso" por estupideces?...

Al parecer, tuve uno de esos "raros" momentos de debilidad extrema.  De esos que describen los psicólogos calificados como el "síndrome premenstrual".  Y como mujer al fin y al cabo, y más aún como la "investigadora constante",  reviso mis notas, mis artículos y hasta las opiniones de los demás y voy en busca de algo que me deje convencida... ¿será que por tener la regla, las mujeres nos ponemos más sensibles psicológicamente?... ¿será que en vez de ver las cosas por sus verdaderas características inverosímiles, nos ponemos necias, dramáticas y taradas con la "regla"?...

Recordé algo que me dejó loca la primera vez que me pasó y que ahora solo me causa gracia (menos mal, porque si no, lo más posible es que estuviera casada con mi segundo esposo o que fuera viuda).  Tenía un amigo que decía que "yo era una mujer de cuidado" porque de alguna forma  algo había pasado conmigo y había terminado por encarnarme de una manera muy  peculiar..."era un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer"...

Esto sonará raro para algunos de mis lectores, pero si los coloco en contexto, mi amigo se refería a que esperaba más drama de mí y menos frialdad.  Digo esto para explicar el primer recuerdo que tengo de una discusión con mi marido ("el sapito pechochón"), cuando teníamos meses de casados.  La verdad es que no recuerdo por qué peleamos o discutimos, pero jamás podré olvidar la frase "FATÍDICA" con la que él quería dar por terminada la discusión: ... ¡coño!... ¡estás "regluda"!....


Aún me acuerdo y me provoca ahorcarlo literalmente.  No solo era algo que me dejó sin palabras porque jamás esperé semejante razonamiento, es que debo reconocer que a veces soy tan "suficiente" (por así decirlo), que no sabía si gritarle por insultar a mis neuronas o gritarle porque me descalificaba por tener "la regla".


Lo cierto es que terminé pegando gritos como una "descosida" y dejándole de hablar por 2 días (quizás hasta cuando estuviera menos regluda, según su teoría).  Así,  no solo gané la discusión y mi esposo del alma descubrió que YO gritaba (y él no), sino que se dio cuenta de que se había portado como "un macho idiota" que pretende saber que todas las mujeres tenemos el mismo grado de DRAMA, LOCURA Y  LLANTÉN. ¡ Y eso no es cierto!... Por supuesto... ¡fijamos posiciones antes del primer año de casados!...

Una vez dicho esto, quiero dejar bien claro para usted amigo lector y para usted amiga lectora, que nadie tiene el poder o el derecho de tratarlo mal. Sé que nuestros padres, tíos, profesores, abuelos y amigos de cierta edad,  viven diciendo que "hemos perdido completamente los valores éticos, morales y sociales", pero uno es el que hace que estos "códigos de buena conducta" se apliquen en la actualidad si los exigimos por la mera razón de que ALGUNOS, si no TODOS,  los merecemos. Es cierto que si usted no lanza flores, no puede exigir plumas de ganso.  Pero SIEMPRE (y digo SIEMPRE), la amistad y mucho menos el amor deben  traspasar los límites que harán que la vida se lleve más calmada y el amor permanezca duradero.  ¿Qué es difícil?... No es difícil... yo diría que ¡ES ARRECHÍSIMO LOGRARLO!.

Sin embargo y partiendo de que somos humanos y que las mujeres estamos "locas todas" (como mi amiga Graciela dice) , y dramáticas y necias (como agrego yo misma), hay una palabra mágica que abre todas las puertas del entendimiento:  "Discúlpame".  Si usted como mujer grita y forma rollos a diestra y siniestra, "con regla o sin ella", pues usted debe guardar en su vocabulario para "emergencias" la frase que permitirá que usted no quede como una "neurótica execrada" de por vida: "Lo siento".


En mi investigación he descubierto que el síndrome premenstrual si existe.  Muchos científicos están a favor de que si y muchos de que no, pero hay que "ser mujer" y tener los "ovarios bien puestos" para saber si una lo posee o no.  Eso de que venga un hombre y te diga que no existe... PUES NO CABE EN MI CABEZA.  Jamás permita amiga lectora que alguien que no tiene tetas, ni un cerebro expandido y mejorado (como dice mi amigo,  el psicólogo) o un par de ovarios... le diga lo que usted siente o deje de sentir... ¡EXIJA RESPETO Y RECONOCIMIENTO, carajo!


No puedo dejar de pensar que me molesté por una estupidez de alguien que había pasado un mal día.  Seguro que a usted también le pasa, y si es de esos "corazones dulces, tiernos, y sensibles" quizás le pase con frecuencia.  Pues le diré que en mi caso me sentaré a esperar una disculpa oportuna porque LA MEREZCO. Porque a veces,  querer a alguien no significa que "debas pagar los platos rotos que quebró otra persona". Todo con una disculpa y un besito o abracito virtual si no ha sido de gravedad, puede arreglarse. Y si no... pues flores, chocolates, joyería, salidas a cenar o "de aquello" (si eso le mueve el piso), lo hará.  En Caracas y en Valencia hay "floristerías" que entregan a domicilio previa cancelación con transferencia bancaria.

Cuando esté usted en esos días, revise su comportamiento.  Dicen que el chocolate ayuda a calmar el malestar y "la brincadera de las hormonas" que nos hacen "pasar vergüenzas". Quizás usted sea necia los otros 21 días del mes y viva "más llantenes" que Corín Tellado... pero ya le he dicho... ¡USTED ES MUJER...ACÉPTESE CARAJO!

Para finalizar mi artículo de hoy quiero dejar dicho y por escrito que reírse de las estupideces que uno mismo siente a veces y de los "papelones" que uno comete todo el tiempo y a toda hora, es la mejor manera de llevar las cosas.  Que si usted dijo una "burrada, un mal chiste o una pesadez", no sea tan pendejo para no disculparse.  La "disculpa" es lo que distingue a la gente "con valores" de los "chaborros" que se creen más que cualquiera.  Diría mi madre que "la disculpa es elegante y que es lo que nos diferencia de los animales". No importa si usted es mujer, hombre, modelo transformista de pasarela, esposa, esposo, arrejunte o medio necio... siempre (y digo SIEMPRE) la mejor de las oportunidades para disculparse es AHORA... y si no le sale... pues ESCRÍBALO, porque es a veces lo que la gente necesita oír para avanzar... ¿no lo cree?... pues... YES, I DO....


DILE NO A LA DISCRIMINACIÓN DE LAS MUJERES "POR SER REGLUDAS"... 
(¡carajo, he dicho!)