jueves, 8 de diciembre de 2011

Pasear con tu mejor amiga.

Cada vez que regreso a Madrid tengo la sensación de que esta ciudad podria atraparme en cualquier momento.  He tenido la oportunidad de venir en varias ocasiones,  (las ultimas dos de ellas este mismo año),  y me he dado cuenta de que no hay mejor época para venir que en pleno invierno.

Madrid encierra una mezcla de muchas cosas.  Una de ellas es la sensación de que estás en el medio de una habitación enorme con un aire acondicionado muy potente.  No hay brisa, no se mueven los árboles y sin embargo,  no puedes evitar sentir que estás en el más frio y alucinante de los aires acondicionados.  El frio se te mete literalmente por los huesos (para no decir por el trasero), y usted no tiene mas remedio que abrigarse bien y dar gracias a Dios porque  durante esta época maravillosa, no envejecerá ni un poquito,  gracias a que el mismo frio no solo la conservará intacta,  sino que le estirará la cara y le dará un tono sonrosado a sus mejillas.

Hoy al levantarme me senti un poco sola.  Mi amiga Nuria y yo habiamos estado de compras las 2 solas por Madrid el dia de ayer, y pese a que se que ella tiene su propia vida y responsabilidades, hoy la extrañaba muchisimo.  Mi marido tampoco estaba, asi que cuando abrí los ojos por fin,  me di cuenta de que estaba un poco tristona.  Inmediatamente un pensamiento fulminante vino a mi cabeza, como disparado por una metralleta super moderna con impulsor a chorro (si es que esto es posible que exista)... "¡párate ya niña, ponte las botas y el abrigo y ven a pasear con tu mejor amiga hoy por Madrid!"...

Asi mismo hice, me bañé en la bañera, me sequé el cabello, me pinté los labios, me puse mis botas nuevas, mi abrigo con pelos (como cariñosamente lo llamo) y me dispuse a salir del hotel a tomar el metro.  Iba a encontrarme conmigo misma en una de las hermosas calles de Madrid,  en la Gran Via.

Inmediatamente que me subi al metro de Madrid (el más bello del mundo, por cierto), no pude sino darle gracias a mi cabeza por sus extraordinarias ideas de invitarme a pasear.  Miraba en cualquier dirección y solo veia a personas hermosas, con abrigos grandiosos y botas espectaculares, yendo y viniendo, todos y cada uno de ellos con libros en la mano.  Era una imagen surrealista de lo que no se ve en Caracas todos los dias y no pude sino sonreir para mis adentros y pensar... "esta ciudad definitivamente puede atraparme y dejarme aqui".  Y es que Madrid tiene su propio ritmo, su propia melodia.  Madrid es una ciudad para abrir bien los ojos y para tratar de absorverlo todo, porque si se te escapa algo, te arrepentirás.

Cada vez que piso un pais distinto, lo primero que viene a mi cabeza es (aunque no sé por qué) ...¿podré vivir aqui eternamente?... y la respuesta casi siempre es la misma... "le falta algo aún".  Esta vez he llegado a Madrid y como una alarma puntual, mi cabeza se ha preguntado, ¿será éste el país adonde finalmente echarás raíces?... y esta vez, no hubo respuesta.  La verdad es que solo hubo una gran sonrisa.  ¿Eso significa un si?... quien sabe...

Mi dia iba perfecto.  Hice mi transferencia a la linea que lleva a la Gran Vía, me bajé de mi metro e inmediatamente estaba en la Cuarta Avenida de Nueva York (digo la cuarta, porque la que se parece a la Quinta Avenida quizás sea la calle Preciados) y salí caminando con el frio dándome besos sin parar y con el espíritu radiante de hallarme sola y simplemente complacida de estarlo.

Como toda rana bruja, salir de compras debe incluir a una buena amiga que te diga... "¡no te compres eso que te ves más vieja!".  Además de que después de la caminata y de las compras, también necesitas que te diga... "lo que te has comprado te queda precioso y vale cada centavo".  Eso ayuda a que usted querida rana, no se sienta terrible al pensar cuánto le montó a la tarjeta de crédito o si se gastó el dinero para pagar la electricidad en un abrigo de cuero de ovejo (que ciertamente usted sentía que la abrigaría más que la misma calefacción).  Usted no se imagina saliendo a comprar sola, a comer sola o a "bucear" sola,  sin nadie que le diga si está de acuerdo o no.  Sin embargo, el momento fue perfecto para enseñarme que de vez en cuando, uno necesita salir con su mejor amiga, USTED MISMA.

Salir con USTED MISMA es una vaina muy interesante.  Generalmente uno agarra lo primero del closet o de la maleta y sale con un par de zapatos tennis a caminar por aqui y por alla.  Pero si usted es como yo y piensa que es momento de hacerle honores a su MEJOR AMIGA, usted se tomará una o dos horas para ponerse bella, para sentise bella y para ir por la calle repartiendo un poco de esa belleza que usted ha conseguido a fuerza de aceptarse, perdonarse y seguirse queriendo.

Caminé calle arriba primero que nada.  Ahi estaban las tiendas que me gusta visitar en Madrid... "ZARA, Mango, Stradivarius, H&M, Bershka, Blanco, I am, Lefties, Pull and Bear, Sephora, Clarks... y tantas otras"...

Entraba despacio y sin apuros demorándome el tiempo que me daba la gana en revisar cada estante delicioso, chequear las promociones y ofertas de la temporada, probarme cuanta crema o perfume estuviera siendo regalado y sintiendo que la tienda y yo éramos una sola y en perfecta armonia. Luego de caminar por todas ellas, calle arriba y calle abajo, me di cuenta de que habia pasado toda la mañana y parte de la tarde compartiendo conmigo misma y con los pocos o muchos euros que pudiera tener a mi disposición; ya era hora de comer y mi pobre barriguita me decia, vamos, ¡dale sin miedo!...

Una de las cosas que siempre me han aterrado más en Caracas por ejemplo, (aparte de los ladrones y los policias), era la idea de tener que comer sola.  Siempre me ha parecido que son patéticas las mujeres que en Caracas se sientan con su horrible cara de "sufridas" a comer en cualquiera de los restaurantes de comida rapida .  Yo era de las privilegiadas que comia con mis hijas y con mi marido cada dia , y eso me hacia dueña de una arrogancia que puedo permitir contarles.  Pero, y como siempre hay un pero, yo estaba sola y para mi sorpresa, pasándomela en grande, con mis botas altas,  con mi bufanda atigrada y con mi chaqueta de pelos y me sentia tan SORPRENDIDA que pudiendo escoger cualquier lugar para comer, decidi aventurarme y hacer una parada en el MC DONALD´S.

Pues si, entré, hice mi cola (el Mc Donalds de Gran Via es enorme y lujoso), y ordené mi combo de Big Mac, mis papas de luxe (eso no existe en Caracas) y mi ensalada campesina y fui al primer piso a comer CONMIGO MISMA.  Y no puedo negarlo, fue simplemente UNA GRAN EXPERIENCIA.  Casi todos estábamos solos, pero nadie tenia la actitud de "sufrimiento" que he visto muchas veces en mi propio pais.  La gente estaba relajada comiéndose sus papas, sus helados, y disfrutando de ellos mismos mirando para los lados a ver si habia chicos o chicas guapas con quien compartir una sonrisa o dos.  Me senti una princesa rana feliz, por el simple hecho de que esta vez, mis esquemas se habian sorprendido gratamente.

No se trataba del hecho de que dejé de extrañar a mi amiga Nuria o a mi marido, o a mis hijas o a mis perros.  Se trataba del hecho de que la vida te regala a menudo momentos para que compartas contigo misma, haciendo cosas que no harías sino con tus amigas.  Generalmente tenemos la tendencia a evitar toda clase de actividades que no incluyan a más de 2.  Y la realidad es que son esas actividades las que luego quizás te permitan disfrutar aún más de la compañia de alguien con quien no contabas.

Que privilegio tengo de estar aqui.  Que privilegio he tenido de que el frio me pegue en la cara y me recuerde que la vida es un ratico, compuesta de muchos raticos que podemos almacenar en nuestra memoria para siempre.  Que privilegio tengo de que ahora cuando llegue al hotel de nuevo, posiblemente estará mi marido esperándome para invitarme a cenar, a contarme de lo que hizo en todo el dia, y yo... me sentaré a verlo y pensaré... "querido, no tienes idea de lo buena que ha estado mi salida con mi mejor amiga"...

...pero no se  lo diré porque será un secreto que guardo con una sonrisa cómplice para nosotras dos...