¡Quiero ser bonita!

Anoche tuve un sueño extraño.  Uno de esos sueños que cuando despiertas te deja totalmente desubicada. No sé si habrán sido los mensajes que leí anoche de mis amigas y el efecto que causó en ellas mi artículo sobre el perdón; o quizás fue que ayer prendí la televisión y apareció un programa que me dejó furiosa ("Sudando la Gota Gorda"). Lo más probable, (como todo lo mío), es que haya sido una mezcla de muchas cosas, pasadas y presentes...

Lo cierto es que amanecí pensando en lo que nos hace bellos; en lo que nos hace sentir bellos y en "los que pensamos que somos bellos"... y amiga lectora o amigo lector... créame que son 3 cosas totalmente diferentes...

Mientras me lavaba la cara,  me cepillaba los dientes y oía como el agua caía de la ducha (mi esposo se estaba bañando para irse a trabajar),  no sé por qué, pero vino un recuerdo a mi memoria.  Un recuerdo que pensé que había dejado botado en la gaveta de los peroles de "mi armario de recuerdos":  Cuando yo era  fea.

De repente no pude sino pensar en mi madre, y en lo difícil que debe haber sido para ella aquella famosa charla de "Dios nos hace a todos diferentes por una razón y uno debe aceptarlo".  Lo sé porque ahora que tengo 2 hijas me he dado cuenta de que ninguna mamá se escapa,  por una razón o por otra, de la bendita charla.

Yo fui la niña de los "sobrenombres constantes" de niños crueles del colegio. Lo paradójico es que hoy día, muchos de esos niños que se burlaron de mi hasta más no poder, son  mis grandes amigos y amigas.  El tiempo pasa y al parecer, esas cosas "pendejas" quedan en el olvido.  (Ahora que soy "grande",  me río y lo cuento, pero cuando era niña... le pedía a mi mamá que me pintara el cabello).

Yo crecí sintiéndome un bicho raro, de eso no cabe duda.  No solo era inteligente y rápida para las tareas y trabajos, respuestas matemáticas y leer libros, sino que además era pelirroja, pecosa, flaquísima, y muy directa.  Eso era mala combinación cuando hablamos de ser "aceptada" por tu grupo y sentirte a gusto en él. Por eso sé por experiencia propia,  lo que puede hacernos sentir feas... y cómo sufrimos por eso una y otra vez... (arriba hay una foto que les dejo para que curioseen) .

Todos sabemos, (al menos mis lectores de Venezuela), lo superficiales que solemos ser a veces con eso de "vernos por fuera".  Para muestra, usted puede consultar los comentarios del facebook de hoy, en donde se comenta una y otra vez los resultados del Miss Universo de anoche y "lo injustos y vendidos" que fueron los jueces al dejar por fuera de las primeras 15, a la "pechochura venezolana mezma".  Nadie es capaz de reconocer que la mexicana ganadora, no solo es linda, sino que debe haber sufrido mucho para estar allí.

Ayer una amiga me escribía que aún no se explica por qué su novio la dejó.  Tiene tantas interrogantes en la cabeza, que seguramente ha terminado por sentirse (como cualquier mujer de esta época y de este país) con la autoestima sumamente baja.  Como persona objetiva, puedo decirles que mi amiga no tiene nada de malo.  Si bien no mide el metro ochenta codiciado,  ni pesa los 45 kilos preestablecidos, tiene ése "no sé qué" que la hace ser todo un espectáculo.  Y además, es simpatiquísima y sencilla.

Es "ése no sé qué" los que nos hace únicos, y los que nos hace, (si somos inteligentes y le sacamos provecho), ser hermosos.   Todo empieza con aquello que creemos de nosotros mismos.  Les explicaré con mi propio ejemplo, ya que si ha habido un "renacer de la propia autoestima",  es mi propia historia...

Como ya les comenté,  me sentía una niña fea porque siempre era la burla del salón.  En esa época, que sólo hubiera una niña pelirroja en todo el colegio, y que además fuera de trenzas y falda, era un chiste completo.  Si hubiéramos estado en Irlanda o en Escocia, serían las niñas con facciones indias, negritas o achinadas las que hubieran sufrido; pero como "ser pelirrojo" es el común denominador de aquellos individuos europeos, pues no hay nada de extraño y de particular. Aquí y en los 80, las propagandas de la televisión solo mostraban hermosas niñas catiras y ridiculizaban a las "Pipis Calzas Largas" del mundo.

Mi mamá se pasaba horas diciéndome que era una ventaja ser diferente;  que cuando creciera lo entendería. Y gracias a repetírmelo todos los "santos días del mundo", mi mamá logró que la "patito feo" se sintiera y se convirtiera "en la cisne hermosa" que soy hoy en día. (Pido disculpas desde aquí a mis amigos lectores, por si peco de falsa modestia).

Por supuesto, usted pensará que soy una completa e insufrible "mujercita", creída, engreída y necia.  Pues si, es muy probable que lo sea, pero he aprendido que la belleza no se determina solamente por los estándares que te impone una "sociedad x".  La belleza es una de esas cosas mágicas e invisibles que sabes que están allí aunque no las puedas tocar. Y muchas veces no tiene nada que ver con el tamaño de tus senos, el de tu trasero o el de tu cuenta bancaria.

Otras por ahí dirán (mis amigas pesimistas y necias):  "¡De bolas que te sientes linda,  estúpida...!  ... ¡eres flaca, tetona, tienes trasero de negra y encima eres pelirroja!... tu no sabes lo que es ser gorda..." Pues yo les contestaría: ..."¡Claro que soy preciosa necias ridículas, pero lo soy porque así me siento y eso exteriorizo... y si tu eres gorda y te sientes fea por serlo... es porque no tienes la fuerza de voluntad necesaria para dejar de serlo,  idiota!...

Les digo esto porque es la conversación de todos los días en la calle.  La mujer venezolana gasta el sueldo, lo que tiene y lo que no, en productos de belleza, en cirugías, en tintes de cabello y en psicólogos. Y esto... ¡NO TIENE NADA DE MALO!... ¡Yo procuro que me alcancen los reales para comprarme mis vainas también!...¡SOY MUJER Y ENCIMA VENEZOLANA...!  PERO ME ACEPTO.


Yo estoy consciente de que no soy "la Miss Pelirroja Venezolana Mezma", y que mi metro sesenta y cinco no es lo mejorcito de mi.  Que quizás una cirugía por aquí y otra por allá, me harían parecerme a Dayana Mendoza o a Irene Sáez. También estoy consciente de que a veces con esta estatura que tengo,  pesar 52 kilos no es lo ideal; pero... ¡coño!... cuando me siento gorda dejo de comer los ricos carbohidratos de la pizza, los dulces y los helados de crema... y cuando me siento enana... corro y me pongo los tacones y me siento altísima y preciosísima... (Todo es depende del espejo con el que te mires TU MISMA)....

Lo que está mal y critico es el hecho de que se busque complacer a los demás a toda costa. Que te gastes lo que no tienes, en pretender no que no eres y que tu autoestima dependa de lo que te dice "un novio", "un marido" o un programa de televisión. Si tu problema es que te sientes gorda y fea, pues niña... ¡empieza a comer saludable y muévete haciendo ejercicio!.  Tu distancia para llegar a la meta de la felicidad que te impusiste tiene "un programa de comida saludable y una rutina de ejercicios"... SAL A BUSCARLA.... 

Son muy pocas y raras las veces en que el problema es irremediable.   Si el problema es hormonal o ya no tiene solución posible, debes aceptar lo que no puedes cambiar y seguir adelante.

Una vez estando es un parque de Universal en Orlando, mi esposo y yo íbamos a montarnos en una montaña rusa de ésas que te "paran los pelos".  Y cuando estábamos cerca de agarrar nuestro puesto, vimos un letrero que decía entre dibujos e inglés, que si tenías "prótesis" o "piezas removibles" (por llamarlo de alguna forma), debías dejarlas antes de subir....  Lo insólito es que nosotros nos montamos,  y detrás venía "un super papito gringo" de esos que sueñas conseguirte como "latina mezma que eres", que se sentó al lado nuestro, se subió su "mono", desatornilló su pierna, la lanzó a un lado del piso y con una sonrisa dijo... "here, we goooooo!"... ¿Pueden creerlo?... (Yo no solo si puedo, es que era digno de aplaudir por la personalidad de aquel hombre tan fantástico...)

Lo que trato de decir es que si la vida te da limones tienes 2 opciones: 1) Te haces limonada y lloras todos los días porque está ácida  o 2) los picas en pedacitos y te la pasas en grande tomando Tequila... ¡así de sencillo!...

Como diseñadora de modas puedo decirte, que a pesar de que la inmensa mayoría no quiere ni imaginarse una modelo "pasada de peso", se está incrementando el número diseñadores capacitados y "claros" que diseñan y cosen muchas cosas hermosas y sexys para gente "más ancha".  Todo está en probar y en aceptar.

Tengo varias amigas que siendo gorditas se aceptan a si mismas y se sienten preciosas.  Y lo mejor del cuento, es que REALMENTE SON PRECIOSAS.  Hay una de ellas a quien adoro, quien fuera profesora mía el año pasado que es el ejemplo perfecto de una persona bella por fuera y por dentro y totalmente consciente de los ojos de los demás.  Y eso jamás ha sido obstáculo para que vista de estampados, colores pasteles, use collares espectaculares, se haga mechas, use tacones y sea divertida y auténtica.  Muy por el contrario,  mi gran amiga y ex profesora, es dulce, inteligentísima, elegantísima, joven, fresca,  moderna y jamás se ve a sí misma como "gorda y fea". Por supuesto, ella solo tiene unos kilos de más (que no son tantos), pero se acepta y se ve preciosa siempre,  aunque ése día no tenga ni ganas de vestirse. Y como se siente bella, nadie puede verla de otra manera.  Tiene "ése no sé qué" que hace que más de un estudiante voltée a verla... y que más de una "flaca tetona" envidie...(estoy segura)...

Recuerdo a Tyra Banks y el escándalo que hicieran los medios de comunicación con unas fotos de ella en traje de baño con muchos kilos de más.  Ella comentó en una entrevista una vez, que había subido de peso porque estuvo muy deprimida por la presión del público y de los periodistas.  Todo eso la llevo a comer y  comer. Y que se burlaron tanto de ella, que estuvo varios días sin ni siquiera asomarme a la ventana de su casa.  Luego recuperó la cordura y se dijo a sí misma, que bajaría de peso con dieta y ejercicio y sería la misma de antes...

En el caso de Tyra,  pienso que menos mal que recuperó la cordura si quería seguir alcanzando éxitos en un medio en donde "ser raquítica" es la regla absoluta.  Si vives de tu cuerpo... ¡pues mija!... debes jugar con los estándares de belleza establecidos... si no... pues, aprende a coser, a hornear pan o a relajarte y vivir de tus millones asoleándote en una playa caribeña...  Porque lo que eres ...DEBES DECIDIRLO TU...

Yo estoy a favor de ser más bellas.  Estoy a favor de esforzarse todo un año para conseguir la plata de la cirugía "X".  Estoy a favor del maquillaje, los push-up, el tinte de cabello, la crema antiarrugas y todo ese montón de vainas que nos ayudan... siempre y cuando esos arreglos, trucos o inventos maravillosos estén motivados por nuestro deseo intenso de sentirnos mejor con nosotras mismas.  Cuando lo que queremos es hacer sentir mejor a los demás, pues amiga... aunque se haya operado la nariz, se haya puesto "las poderosas razones más grandes" o se haya inyectado el trasero más perfecto, usted nunca estará satisfecha y siempre tendrá que recurrir a más... y créame que hay gente que se opera hasta los dedos de los pies para que todos sean perfectos del mismo tamaño... (por decir cualquier cosa)...

Ya lo sé.  Se que no ayuda el hecho de que se sea una vieja después de los 30.  Que si encima se tienen hijos, uno se deja engordar o nuestra hermana es más bonita, ¡se está jodida!.  Pero eso ocurre porque usted lo permite.  Porque yo estoy a punto de los 35, estoy casada, tengo 2 hijas, "temporadas de gordita come dulce y trasero prominente", soy insufrible la mitad del tiempo y soy taaaaaan blanca que las estadísticas dicen que estaré como una pasa a los 45... pero nadie me llama VIEJA, Y NADIE ME HACE SENTIR FEA, ¡carajo!... si alguien lo pretende pues le digo: ... ¡vieja será tu madre que te parió a los 95 y por eso naciste tan imbécil!...

Hay muchas cosas que podemos cambiar.  Ahora tenemos la tecnología y los tabúes han caído.  Si usted quiere ser blanco como Michael Jackson, pues hágalo.  Nadie es tan buen ejemplo como él, que llevó una vida de críticas y lo que siempre quiso fue ser blanco... usted puede decir que era un loco y quizás lo era... pero fue blanco y se sintió a gusto... y LO HIZO PORQUE EL LO QUERIA, (indistintamente de los traumas que tuviera).

Si usted ya no quiere ser gorda, pues propóngase no serlo.  Si usted tiene la nariz torcida y respira mal, pues opéresela y déjesela más bella que nunca.  Si usted cree que es "una tabla de surf", pues opérese y déjese como "LA TONGOLELE" o  "YUYITO"... pero RECUERDE ALGO IMPORTANTÍSIMO... 

SI USTED NO SE QUIERE, lo que hará es gastar plata y sentirse más vacío cuando haya llegado a su meta, porque la belleza debe venir desde adentro, debe venir DE LA ACEPTACIÓN.   Uno con los años envejece y ni la mejor de las cirugías nos hará lucir como de 20 cuando se tienen 60 ó 70.   Hay algo que siempre lo hará sentirse bien y que (gracias a las divinidades),  lo acompañará cuando usted lo decida: y no es más que  "su belleza interior que le dará belleza ilimitada a su caparazón"...

Por eso le digo y créame... YO SOY BELLA, INTELIGENTE Y ADEMÁS PELIRROJA... Y como decía mi mamá... "Tuve mucha suerte"... y como decía mi hija... "Soy un hada porque brillo en la oscuridad"... y si no me creen... PREGÚNTENLE A MARIA TEQUILA...

¡YA ACÉPTESE CARAJO! 

Y SALGA POR LA VIDA CON ACTITUD DE TEQUILA Y CINTURA DE 60cm PERFECTA...