Tulum |
Amiga lectora, amigo lector, es aquí en este momento usted debe confiar en mí y seguir unas simples instrucciones. . Y como usted confía en mí, y quiere tratar de entender lo que pasa por mi cabeza cuando lee estas líneas (gracias a Dios que todos son amigos y por ende, indulgentes), debe hacerme caso y hacer lo que yo le pida.
Agarre el "mouse" de su computadora o "dele con el dedito al cuadrito plateado de su laptop" y ponga este enlace como música de fondo.
http://www.youtube.com/watch?v=xbaT5CIC8-8. Inmediatamente saldrá un video, que le recomiendo no vea en este momento. Deje la música de fondo y siga leyendo estas líneas. ¿Lo hizo?... ¡Claro que lo hizo!
¿Alguna vez sintió que llegó a un lugar y supo en ese momento que todo era perfecto?... ¿Sintió que no importaba si estaba solo o acompañado, huérfano o con ganas de estarlo o enamorado o en "busca de", y sin embargo, usted sabía que había llegado a donde pertenecía?... Si usted no lo ha experimentado, creo que será difícil para usted entender este artículo de hoy. Podrá leerlo, podrá gustarle, pero usted estará incompleto, porque aún no ha sentido que un lugar lo llama, y que usted en ése lugar, solo puede cerrar los ojos y agradecer a las divinidades...
Viajar es toda un experiencia. Hay tanto que ver... ¡El mundo es tan grande!...
Hay personas que como yo, no pueden imaginar un largo año de trabajo y estrés, robos e inseguridad, incompetencia gubernamental y profesionales deficientes y corruptos, sin tomarse sus merecidas vacaciones y lanzarse hasta donde sus dólares aprobados por CADIVI le permitan ir. No imaginamos un año sin que el corazón lata fuertemente pensando en el sol, el traje de baño, los "shorts" más bellos y el bronceado de 2 semanas. Esta es la historia de mis Septiembres, una de las épocas más adorables para viajar, porque ya no hace tanto calor y porque el frío no ha terminado de instalarse. Porque en septiembre, la luz es mágica y los corazones están atentos.
Mucho se ha escrito de México. Muchas películas se han filmado y muchas canciones se han escrito y cantado. Y con todo y eso que usted cree que sabe, me atrevería a asegurarle "que se ha quedado corto". Cuando usted se monta en el avión en Maiquetía y sabe que su primera parada es México, usted no puede pensar en nada más.
Usted no puede pensar en el "HDP" de Aduanas ("hijo de put...". No lo repetiré, así que grabe estas iniciales), que le pregunta mil veces cuál es su destino ni por qué usted va pa ' llá. Usted no puede acordarse de las 6 carpetas que llenó para tramitar los dólares CADIVI, y "el viacrucis de recaudos" que tuvo que reunir a expensas de que lo botaran del trabajo por faltar tanto haciendo diligencias. Usted no puede pensar en todo lo que hizo para que el dinero le alcanzara y tampoco puede pensar en problemas tan "banales" como dejar pagada la luz, el teléfono o el colegio de las niñas. Usted está dichoso por ir, y no hay nada que pueda arruinarle el momento; ni siquiera el personal "vendepatria" del aeropuerto de Maiquetía.
Una vez que usted toma el vuelo a México que dura varias horas (dependiendo de adonde vaya), usted no puede sino sonreír. Es tan grata la sensación que usted solo anhela llegar. Y por fin... ¡zaz!, usted llega y el avión pisa suelo mexicano. Ya usted se va a bajar. Ya usted va a saber de qué está hecha la felicidad. Una vez fuera del avión, descubre que el aeropuerto es precioso (En Cancún, uno de los más bellos) y que el aire huele a algo que usted jamás olió antes. En ese mismo instante usted almacena en "las gavetas limpias y olorosas de su memoria", los recuerdos de Cancún. Ya usted no podrá dejar de soñar con eso.
Inmediatamente vaya y alquile un carro. Se sentirá feliz de descubrir que la zona del aeropuerto está llena de árboles y palmeras. Que hay flores sembradas por doquier y que el cielo es "muy muy muy muy azul". Aquí en Cancún la gente no se enoja jamás. Usted jamás verá a un autóctono regañar a otro, insultar a otro. Muy por el contrario, a usted nadie lo discrimina por ser latino (como en otras partes del mundo, por ser moreno, usted viene de otro planeta del que no quieren saber). Y puede hablar en su "perfecto español" y la gente sonreirá igual. Créame amigo lector o amiga lectora, no hay lugar como el paraíso mexicano.
Los que me conocen, saben que he tenido la dicha de visitar varias ciudades de mi país mexicano. Y digo mi país, porque a pesar de desentonar por todos lados cuando llego, de que la gente me vea como si en cualquier momento me van a subir en el "altar de sacrificios de Montezuma" (en los tiempos antiguos las pelirrojas eran ofrecidas en sacrificio para honrar a los dioses), me siento tan a gusto que ya no sé si soy blanca, pelirroja o pecosa; simplemente siento que llegué a casa. Yo definitivamente amo mucho a Venezuela, pero como se ama al hogar, al esposo y a los hijos. Mi amor por México, es el amor que se tiene al corazón, a esa parte de uno que solo pertenece a uno. Eso es México para mi, y es un honor compartirlo con ustedes hoy.
Como le cuento, usted podrá creer que el único destino turístico que he tenido es éste. Pero no, la verdad es que me he movido por 2 continentes y aunque me faltan otros 3, sé que si en algún lugar me siento de ésta manera, es allí. Lo sé porque la piel me lo grita cuando me meto en el agua de las playas de Tulum, no hay sensación en la piel como nadar a oscuras en un "zenote de Xcaret" (en donde el agua alcanza unos 15 grados); porque mis pies caminan solos y mis ojos brillan de emoción cuando subo por las escaleras del "Templo de Kukulcán", a quienes todos insisten en llamar pirámide y solo los pocos que hemos escuchados las historias mayas (contadas por boca de sus descendientes), sabemos que es un templo.
Si ya ha escuchado la canción que le recomendé al iniciar la lectura, ya seguramente estará enamorado de México y entenderá que "así se siente México, así como unos labios por la piel". Sin embargo, lo enamoraré más y le contaré algunas cosas de índole cultural muy interesantes.
Cancún |
Pues si, usted cuando se baja del avión y entra en el aeropuerto siente que está "en el país de los Liliputienses de los Viajes de Gulliver". Todos son chiquitos, (mujeres y hombres), y todos tienen la cara redondita y los ojos oscuros. Y sonríen tanto que parece que se les fueran a salir los dientes.
SI hay mariachis por doquier y SI son mexicanos de "verdad verdad". No es como en Caracas, que usted contrata a un mariachi y resulta que es peruano, boliviano y hasta incluso colombiano. Aquí el mariachi es un orgullo nacional y un regalo para enamorar a la "más difícil o dura de las mujeres". Además una canción de mariachi puede hacerle vivir el peor de los "despechos" del que solo podrá curarse con la peor de las "rascas con una botella de tequila".
El picante PICA, y si usted es uno de esos cobardes o "bolsas" que en Ciudad de Mexico o en la Riviera Maya le pregunta al mesonero del restaurant si "ése picante es suavecito", le dira... "si señor... ése no pica nada"... Usted lo probará y se hará pipí del susto (con el perdón de los lectores) . Porque TODOS PICAN Y PICAN MUCHO. Los picantes de allá no son el "Tabasco gringo" ni la versión picante venezolana de los "Combinaditos Andinos o Maracuchos". Vaya preparado, porque eso lo dejará boquiabierto y tomando agua como un pez.
SI es un país del tercer mundo. Pero usted jamás lo sentirá. Usted jamás sentirá que se le discrimina porque es colombiano o venezolano. Usted será el "rey" de sus vacaciones, con gente ofreciéndole tequila en vasos de madera de esos artesanales o mezcal y una canción de mariachi. De hecho, cuando usted está en el hotel, solo entre ellos oirá hablar español, porque es tanta la gente que habla inglés, alemán y francés (turistas de todos lados), que usted a menos que tenga las bondades de hablar otro idioma, no podrá hacer amigos. (¡Coño! a menos que sean argentinos y mejor que no).
Usted PUEDE MANEJAR SI ALQUILA UN CARRO. (No es regalado, pero puede pagarse perfectamente). Hay gente que no quiere salir del hotel por el prejuicio pendejo de que los van a robar, de que los van a secuestrar, de que no pueden beber agua fuera del hotel porque les puede dar amibiasis o que las autopistas están llenas de huecos y accidentes. Eso no es cierto. Si usted no tiene la brillante idea de alquilar un carro y salir en él, usted JAMÁS PODRÁ VIVIR MÉXICO. Y créame, una vez que descubra México, usted cambiará sus esquemas y sentirá que solo el amor que se siente por "el principe azul" o la "princesa rosada" de sus sueños, puede compararse. Y no hay ni un solo hueco en calles o autopistas. Cuando usted viaja y toma la autopista, ocurre como en Estados Unidos: hay una pública, en donde el camino es largo y atraviesa pueblitos pintorezcos con casitas de colores y, una privada que cuesta mucha plata y que le reduce tiempo de llegada, pero que no le muestra ni un alma. En ninguna de las dos usted verá nada raro. Quizás uno que otro cuervo, y uno que otro cáctus. Y los amará.
Es cierto que las mujeres más bonitas van a la televisión a hacer novelas. SI es cierto. La mujer mexicana se caracteriza por ser muy afectiva con sus hijos, muy tradicional y muy trabajadora, pero no de las más bonitas del planeta. Allá, el Miss Mundo o el Miss Universo se ganan una vez al siglo.. Así que, el "estereotipo" de una mujer bella que se vende en revistas (alta, rubia, ojos claros, tetona y perfecta) no lo va a encontrar a menos que vaya a los sitios correctos. Es muy injusto decir que solo la belleza se reduce a eso. Yo particularmente siento y pienso que la mujer común y corriente de la calle, es una mujer preciosa, con sus vestidos típicos, sus sandalias (parecidas a las alpargatas) y con su cabello largo, negro y trenzado. Es, en los rasgos especiales en los que una persona como yo, encuentra la belleza. Y allí las mujeres son bellas en su estilo, y no están pendientes de recurrir al bisturí por simple presión social.
LUIS MIGUEL, CARLOS PONCE y RICARDO ARJONA, no son mexicanos. NO lo son. Ellos al igual que yo, son hijos de otras patrias pero de corazón mexicano. Y ellos como yo, después de haber estado allá han encontrado la forma de devolver tanta magia a través de sus canciones. Nada más bello que un mariachi interpretando canciones de amor.
Eso del cuento de "MEROS MEROS MACHOS MEXICANOS" es completamente falso. Debo reconocer que aunque el estereotipo nos señala a tipos de "bigote y sombrero con pelos en el pecho y vestidos de charro", hay homosexuales por doquier. Con lo que yo solo agrego que me parece bien "porque todos tienen su corazoncito y hay para todos los gustos". Debo agregar que eso del "Show de Juan Gabriel", no sucede allá a menos que usted los contrate pa' esa vaina. Eso de mandarle un mariachi gay a alguien que imite a Juan Gabriel en una fiesta, solo pasa con regularidad en Venezuela. Allá, los mariachis son serios y tocan lo que para nosotros son las "Serenatas de Antaño".
Las playas SI son muchas de ellas más bellas que las venezolanas. Con todo el dolor del alma de alguien que sufre por el estado de deterioro de su país, puedo decir que México posee 5 de las playas más bellas de las "Top Ten del Mundo". Y eso es MUUUUCHO... ¡Ojo!, en ningún momento estoy diciendo que Morrocoy, Mochima o Margarita no sean hermosas. Si lo son, y muchas de las playas mexicanas se parecen mucho a las nuestras, pero la verdad es que hay incluso unas de ellas que las superan. Y si no me cree, viaje y constátelo de primera mano en el Caribe Mexicano, Tulum, Playa del Carmen o la Riviera Maya en general. Eso sin contar el lado del Pacífico, como Los Cabos, Puerto Vallarta o Acapulco. (Usted debe verlo con sus propios ojos).
¿Por qué amo México?... Si es que no lo he dicho lo suficiente, creo que es porque es el matrimonio perfecto, entre alguien a quien desde pequeña le prohibieron agarrar el sol de cualquier forma (las pelirrojas no producimos melanina como las personas blancas sino algo muy parecido, pero que no protege) y el sol de los dioses mayas y/o aztecas. Gracias a Dios, vivimos en tiempos de protector solar con base 100, y no hay excusas para vivir casado. Además, no hay comida que usted pruebe de la que no salga hablando maravillas: "la sopa de lima, las quesadillas, el guacamole poblano, el chipotle, el pescado a la veracruzana, la carne del pastor..."
¿Sabía usted que la planta de la que se produce "el tequila" (Agave) es una planta que no ha podido crecer en ningún otro lado del mundo que no sea en México?... ¿Sabía usted que la planta debe crecer entre 7 y 10 años para poder procesarla?... ¿y que a eso debe sumarle el tiempo de producción y preparación o añejamiento?... Por eso es que el tequila es tan costoso y único. No hay bebida con ese sabor que te calienta las entrañas y que te provoca las ganas de besar a medio mundo. Es la bebida más excitante del planeta. Créanlo.
Para los que crean que el tequila es la botella amarilla característica de "El Cuervo", pues está muy lejos de la realidad nacional. Tequila "El Cuervo" es una marca comercial comprado por turistas que solo posee un 60% de agave, y ni siquiera es de "Agave Azul". El otro 40% es alcohol y con respecto al "Agave Azul" quiero contarles que es la planta "mamacita" de las plantas; que es lo mejor de lo mejor del tequila. "El Cuervo" se lo sirven a usted en el restaurant o en el hotel cuando no conoce más nada. Es bueno para fiestas aquí en Caracas o en Valencia, pero allá en México, "mexicano que se respete", toma mezcal (más fuerte aún) y/o tequila artesanal de 100% agave. He allí la diferencia. Pero... (y siempre hay un pero)... si usted va con sus dólares de CADIVI contaditos y cree que no es importante gastar en una buena botella de tequila artesanal como por ejemplo "¡Aja Toro reposado!", no vaya a comprar El Cuervo. Cómprese una marca que se llama Casco Viejo que cuesta igual y que tiene un sabor exquisito muy parecido a lo que debería ser y en lo que usted no quiere gastar.
Ya para finalizar la historia de mi romance con lo más puro de mi ser, quiero decirles que usted como venezolano parrandero, romántico, sexy, cosmopolita, bochinchero, soñador, optimista y merecedor de las mejores vacaciones de su vida, debe ir corriendo a comprar su pasaje. Le cuento que México no es un destino económico, pero que vale la pena cualquier centavo que gaste. Váyase primero que nada para Cancún, pero no se quede ahí. Alquile un carro y maneje cuarenta minutos hacia Playa del Carmen. Instálese en un hotel que no sea muy costoso, porque tiene mucho que recorrer y ver, y usted no va a utilizar el hotel sino para desayunar.
Párese a las 6, desayune como un rey y salga del hotel antes de las 8 para que disfrute su día. Lleve "shores", váyase descalzo o en cholas; agarre su gorra y cómprese una botella gigante de agua mineral en cualquier estación de gasolina. No necesita nada. Métase unos dólares y la tarjeta de crédito en un bolsillo o en un bolsito pequeño. Diríjase a la ruta Xcaret- Tulum. Un día lo pasará en el parque temático en donde nadará por cenotes oscuros de 4 ó 5 km de agua frías y corazón contento. Allá le darán chapaletas, chaleco flotante y una máscara para que bucee como loco, además de un locker privado para meter su cámara y sus billetitos.. La comida de los "mil restaurantes y bares" que hay, no puedo describírsela porque es imposible. Así como tampoco la playa, las ruinas mayas, los acuarios, los delfines (pague los 200 dólares para nadar con ellos, no sea pichirre) y mil vainas más que usted no se imaginaba que existían. Allí estará hasta las 10 u 11 de la noche y querrá llegar al hotel a quitarse las cholas y a dormir como está. Y su corazón no parará de brincarle y de regocijarse ante tal experiencia.
Tulum |
Luego, al día siguiente haga magia, pero párese a las 6 también y diríjase a Tulum. Esto es algo que no DEBE PERDERSE POR NADA DEL MUNDO. La entrada es económica pero recuerde que al cambio, puede parecerle una grosería. Allí contrate un guía. Mientras más calladito en una esquina lo vea, y más chiquitico de cara redonda, mejor será. Ese será el que le cuente las historias mágicas de ese pueblo y el que hará de su experiencia un momento que no tiene palabras. Usted debe al final del recorrido, meterse de cabeza en la playa que para mi, es la más bella del mundo. No hay lugar como ése. Es como bañarse en el cielo y tener la dicha de que el sol te bese directamente en los labios. Usted no querrá irse, pero consuélese de que lo que conocerá los próximos días será igual de grandioso.
Como seguro usted quiere aprovechar la semana que tiene de vacaciones y los dólares que con tanto esfuerzo le sacó a CADIVI, agarre su carro y regrese a Cancún de nuevo. Alójese en lo mejor que pueda pagar. No escatime. No es que los sitios pequeños o económicos no sean bellos, es que NO HAY. Todo es bello, todo es grande, todo es de película. Y para vivir la vida de "ricos y famosos" hay que pagar...
Lo que pueda decirle de Cancún sería muy impreciso. Porque usted debe tener la resistencia de un "adicto a la cocaína" para disfrutar de tanto que hay que hacer. Para comerse tanto que hay que comer y para bailar tanto que hay que bailar. Usted se sentirá que ama de nuevo a "sus padres jodedores, a su esposa la que le grita, a sus hijos los que le quitan plata". Usted amará con locura a su suegra, querrá que sus hermanos estén allí, que su perro venga volando en algún aeroplano. Usted estará donde debe y con quien debe. Y no lamentará nada. Pero recuerde... usted JAMÁS debe irse de Cancún sin visitar CHICHEN ITZA. Así que reserve un día de carro más para ir a visitar esta "Maravilla del Mundo" y hogar de una de las civilizaciones más enigmáticas de la historia (Los Mayas, por supuesto),
Si tiene la plata y quiere llegar rápidito, pagando por la autopista privada se llevará 3 horas y no podrá ni tomarse un café porque es una sola vía íngrima y sola con un peaje que cuesta como 20 ó 25 dólares. Si tiene más tiempo (una hora más), y quiere ver casas, plantas exóticas, mujeres en hermosos vestidos blancos y de paso no quiere gastar más, váyase por la autopista pública y gástese los reales allá. Es impelable pagar por un buen guía. Los "mayitas" (como les dicen) hablan unos 15 idiomas aunque usted no lo crea. Lo dejarán boquiabiertos, y si ven que usted es venezolano querrán hablarle mal de Chávez y se harán "sus panas". Hasta un descuento les darán. Y en "perfecto español" les echarán todos los cuentos de sacrificios, matanzas, mujeres vírgenes que fueron amadas por dioses y hombres a quienes el juego les dio "status de realeza".
Usted suspirará unas mil veces, y si tiene la dicha de ir con el cabello rojo (aunque sea pintado), los autóctonos guías pasarán a su lado y dirán "unos mantras" que nunca sabrá que signifcan, pero que las honrarán y les darán guía, protección y su propio "status de celebridad". Usted será la "princesa perdida de Chichen Itzá" y ya jamás querrá irse.
Piénselo. Si usted me conoce, sabe que no exagero. Sepa que la canción que identifica al mexicano y de la cual Alejandro Fernández lleva por el mundo como una de mis favoritas, reza de esta forma:
México Lindo y Querido,
si muero lejos de aquí,
que digan que estoy dormido
y que me traigan aquí...
Ya mis hijas saben que yo soy una "viajera" y que cuando me muera quiero que mis cenizas vayan "metiditas" en una hermosa jarra de barro azul. Y que cuando ellas viajen a esos lugares del mundo tan bellos con sus maridos e hijos, pongan parte de lo alguna vez fui en cada uno de esos lugares, comenzando por Tulum que es lo más cercano que hay de mi forma de amar y con Chichen Itzá que me recuerda que la vida es un cúmulo de sensaciones. La reencarnación debe existir, porque cuando estoy en México, de alguna forma sé, que HE REGRESADO A CASA y que jamás me voy del todo....
Si usted se ha sentido tan dichoso de leer esto como yo de contarlo, haga click y no se pierda de esto...
amiga, es verdad que méxico es demasiado especial... y aunque yo me siento así, como tú lo sientes, sólo en alemania, siempre recuerdo méxico con cariño y sueño con algún día regresar!!
ResponderEliminarAndreah, ¡qué emotividad! Yo que ya tengo como tarea ir a México pues será mi primer destino. Gracias, disfruta estar en casa porque la reencarnación sí exite, osloque uno debe andar atento para darse cuenta de los regalos que le presenta la vida. Muchos abrazos.
ResponderEliminarAndreah, sagitario es Tatiana Lugo, solo que escogí ese seudónimo para mis googlegroup y la vaina esta lo pone en todo. Besos.
ResponderEliminarParecen bobadas pero cuando piso suelo mexicano, es como si la respiración encontrara su estado perfecto...
ResponderEliminarMartha, claro que así lo sientes, porque Alemania de alguna manera te conecta con tus raíces, con tu papá a quien quisiste tanto y con esa parte especial que todos asociamos que tenemos. Eso es precioso, porque nos recuerda que a veces vamos por la vida como dormidos y debemos poner a funcionar las mariposas en el estómago.
Tati, claro que debe ser parada obligatoria. Eres la candidata perfecta para comenzar "el romance perfecto con México". Esto se debe a que México es una mezcla interesante de sencillez y complejidad con la sazón cultural e histórica y el buen gusto por oír cómo suena el silencio. Cuando regrese, te traeré algún detallito de Chichen Itzá. Para que se vayan conociendo y empiece el cortejo delicioso... ja ja ja
Ya estoy casi ida... México me llama, y por supuesto... me está esperando...
andale! andale! andaleeeee !!!
ResponderEliminarAndale... andale! pero con tequila güey!...
ResponderEliminarja ja ja